• 28/04/2014 02:00

Dos santos ejemplares

Con la Canonización de san Juan XXIII y san Juan Pablo II, la Iglesia Católica le hace justicia a dos hombres buenos.

El mundo asistió ayer a la liturgia de Canonización de dos sumos pontífices de la Iglesia Católica, que dejaron profunda huella a su paso por esta vida pasajera. Angelo Giuseppe Roncalli, italiano, quien adoptó el nombre de Juan XXIII y fue el papa 261° de la Iglesia. En su corto papado, de apenas cinco años, convocó al Concilio Vaticano II e inició así la renovación de la Iglesia Católica. Le tocó vivir la época de la Guerra Fría entre las potencias nucleares y, en su encíclica Pacem in Terris de 1963, dejó sentada la posición de la Iglesia, marcando un nuevo papel en el mundo de su época. Karol Józef Wojtyla, el papa 264°, polaco, hombre excepcional, que llevó el Evangelio de Dios —a su estilo, muy jovial— a 129 países, por lo que fue conocido como el Papa Viajero. Su pontificado fue el tercero más largo de la historia y su simpatía personal, su carisma y su manera directa de tratar los problemas, le valieron el reconocimiento del mundo entero. Juan Pablo II además, es el único papa que, hasta ahora, ha visitado Panamá. En plena dictadura militar, su llegada trajo un aire de frescura y de fe a los católicos panameños, el 5 de marzo de 1983. Dos hombres buenos a los que, mediante su canonización, la Iglesia les hace justicia. ¡Vivan san Juan XXIII y san Juan Pablo II!

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