La República de las Islas Marshall ha creado su primer santuario marino para proteger dos ecosistemas vírgenes alrededor de los atolones Bikar y Bokak,...
Un incauto manejo de las relaciones exteriores puede llevarnos a un callejón sin salida. Si bien Panamá no puede tolerar, por ningún concepto, que Estados Unidos o cualquier otro país pretenda imponer sus intereses sobre los nacionales, esto no significa una invitación a la confrontación directa. Panamá es un país que siempre apostó por la negociación, es nuestra principal arma en la defensa de la soberanía. En consecuencia, el gobierno requiere la mayor cautela posible al momento de entablar las conversaciones con los personeros de la administración Trump. Inicialmente, el presidente José Raúl Mulino adelantó que no habrá concesiones en torno al Canal y que Panamá no será un país receptor de deportados desde EE.UU. Aún se desconoce qué quiere realmente Washington, pero de lo que sí estamos claros es lo que Panamá no debe ceder jamás: su soberanía. En tiempos difíciles, la diplomacia panameña debe mover sus fichas con prudencia y siempre de cara al pueblo panameño.