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- 07/07/2023 00:00
Siete discursos, misma retórica
Nuevamente un discurso retórico, sin sorpresa y sin soluciones a los graves problemas que enfrenta el pueblo panameño. Laurentino Cortizo no ha partido, se mantiene en el 2019, no se ha dado cuenta de que está a un año de que finalice su Administración. Se quedó en lo que encontró al iniciar su Gobierno; sin embargo, no hay informes que presenten las anomalías, los negociados, la corrupción y mucho menos investigación. Insiste en recordar la pandemia, sin embargo, no es capaz de reconocer que parte de los efectos adversos se debió a una ineficaz toma de decisiones, a lo tardío de sus medidas y a que hizo recaer la crisis en el pueblo humilde y trabajador (contratos laborales y salarios suspendidos).
Por séptima ocasión presenta un rosario de acciones ejecutadas, el énfasis puesto en la pandemia. Olvida que su accionar contrajo el poder adquisitivo de la población; que jamás hubo moratoria bancaria como solicitaban los trabajadores, en lugar de ello, lo que se dio fueron “negociaciones” para extender el tiempo del pago de las deudas bancarias, que hoy mantienen a miles más endeudados.
Dijo que “La pandemia aceleró el avance de la agenda digital del Estado para la transformación de la enseñanza”, cuando en realidad fueron los padres de familias los que cargaron con costos adicionales para poder cubrir los requerimientos tecnológicos” de sus hijos.
Habló de transparencia, ya que se implementó la plataforma “Cotización en Línea”. Señor presidente, que aparezca la información en la plataforma, no es sinónimo de transparencia en el proceso de las compras del Estado. En esta vía, los cuestionamientos son crecientes al nulo accionar de su contralor.
Insiste en hablar de recuperación económica, pretendiendo resaltar el crecimiento del PIB, a pesar de que este no llega a todos, es cada vez más inequitativa su distribución, pues el mismo está concentrado en pocas actividades económicas, región y manos.
Planteó que el desempleo disminuyó, cuando éste es superior a la tasa de antes de la pandemia. No abordó el tema de la informalidad laboral y los bajos salarios.
Defendió el inconstitucional y leonino contrato minero. No es cierto que se mejoren las condiciones financieras al país, lo que el contrato sí estableció desde el principio y garantiza es “la protección para la empresa en caso de una caída del precio”. Un contrato que lesiona la condición soberana de Panamá sobre nuestro espacio; crea un enclave minero; genera un impacto negativo sobre la salud y el ambiente de la población. Insistimos, el pueblo es quien debe decidir.
Según Cortizo, uno de sus éxitos es “el cumplimiento de los 15 puntos del Plan de Acción del GAFI”. Diversos sectores se preguntan, “¿se acabó el lavado de capitales?”, “¿se adecenta la institucionalidad financiera?”, sector beneficiado con las políticas públicas en el período de pandemia.
Finaliza diciendo que “Éste ha sido, es y será un Gobierno de puertas abiertas. Un Gobierno que respeta a los que están de acuerdo y a los que no están de acuerdo”. Qué fácil olvida a un pueblo en las calles a nivel nacional, que en julio del año pasado exigió un cese a la política de empobrecimiento, producto de altos precios de los alimentos, medicamentos, energía y combustible; que la respuesta del Gobierno al pueblo humilde y trabajador fue la represión, la burla, la desatención a sus demandas. Pueblo que sentó al Gobierno en la Mesa Única de Penonomé, constituyéndose este hecho en un hito histórico de la lucha. Un Gobierno que ha desconocido los acuerdos para favorecer a los grandes empresarios.
Frente a la retórica presidencial y la complicidad de la partidocracia y seudoindependientes, es importante tener claro que el 2024 es sumamente importante. Tenemos la oportunidad de elegir un Gobierno digno y valiente, que ponga como centro la vida digna de los panameños.