• 03/12/2021 00:00

Ricardo Miró y Amelia Denis en nuestro Bicentenario

“Patria y Al Cerro Ancón, son poesías que han viajado a lo largo de todos los capítulos cívicos y reivindicativos de la sociedad panameña, […], es imperdonable su olvido en este Bicentenario”

Los poetas de la nacionalidad son los poetas de la panameñidad, cuya lírica se inserta en el fluir del romanticismo tardío o neoromanticismo de Miró y de Amelia Denis; ellos representan el “clima espiritual” de la época, el sentimiento nacional focalizado en el amor a la patria.

El romanticismo poético de Miró y Amelia Denis es un profundo aporte de introducir el sentimiento de pertenencia a un lugar, a una comunidad humana en particular.

Patria no es una poesía tan solo, es un constante devenir. La poesía Patria, logra crear un vínculo entre el pasado y el presente de nuestra panameñidad, pues pernocta en nuestra memoria. Al Cerro Ancón, representa la simbología del romanticismo en defensa de la naturaleza y en repulsión al positivismo ideológico imperante.

Ricardo Miró, evoca en su poesía Patria, que, en latín, dicho vocablo, significa tierra de mis padres o ancestros, el lugar de donde provengo, cuyo alejamiento voluntario del Istmo, perturba a nuestro vate, un profundo sentimiento de nostalgia de sus recuerdos, de su terruño que memoriza en sus estrofas. Patria, para nuestro literato, son los recuerdos que me vinculan a un modo de ver y de ser de mi cultura-nación, refuerza mi sentimiento de identidad que se intensifica con mi partida al exterior. Patria, comporta el ánimo de no perder el espíritu de retorno a nuestros orígenes. Es una letra que embarga un amor del lugar de mi cotidianidad. Señala el ensayista y crítico literario Rafael Ruiloba por su parte, que la particularidad de la poesía en Miró, es que ella produce su propio código en la sustancia semántica, dándole singularidad a su expresión nacionalista; la música sabida, representa nuestro himno nacional, que está plasmado en el corazón del poeta; desde 1909 que aparece la poesía Patria, ella ha sido base de la formación cívica de todo panameño o residente en el istmo y de todo estudiante de cualquier condición socioeconómica.

Patria y Al Cerro Ancón, son poesías que han viajado a lo largo de todos los capítulos cívicos y reivindicativos de la sociedad panameña, pertenecen al patrimonio de la inmortalidad del alma nacional panameña, es imperdonable su olvido en este Bicentenario.

Amelia Denis Durán de Icaza, su genio literario la convierte en creadora de la primera poesía patriótica y reivindicadora de la nacionalidad panameña del siglo XX, tal como lo expresa Juana Raquel Oller de Mulford (en la Revista Lotería Vol. III, N.º 97 de diciembre de 1963). Al Cerro Ancón, en ella Amelia, manifiesta la perdida de lo que se consideraba propio y lamenta la herida al país (véase Gisela González-Dieter, “Idolatrado Ancón: Identificación con la nación panameña desde la subjetividad femenina de los versos de Amelia Denis de Icaza”, Revista de Literaturas Modernas Vol. 43, N.º 1, 2013); la literatura panameña del romanticismo y primordialmente la poetisa de la época, revela una identidad separada de la de Colombia, añade González-Dieter; en el contexto poético se desprende una filiación entre naturaleza o país y la poetisa de donde se desprende el sentimiento nacional.

Y así los prohombres que entran en el panteón de la inmortalidad de nuestra panameñidad en el universo de las letras nacionales están representados en: Ricardo Miró en Patria, Ricaurte Soler en su condición de filósofo de la panameñidad, Demetrio Porras como sociólogo y José Dolores Moscote como diseñador de la sociedad políticamente organizada y claro gestor de la Universidad de Panamá.

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