• 04/01/2025 12:13

Reafirmación nacionalista, reivindicación y la lucha del pueblo panameño

En pleno fragor de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos, tuvo serias discrepancias con el presidente panameño Arnulfo Arias Madrid, quien no estaba de acuerdo con arrendar a ese país los terrenos para establecer 136 bases militares, que estarían diseminadas a lo largo y ancho del territorio istmeño.

Al respecto, el canciller Raúl De Roux, en nota oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores, del 3 de diciembre de 1940, le trasmitió al gobierno norteamericano que, de aceptarse ese convenio, el territorio nacional se convertiría en un campo de combate donde los ataques del enemigo estarían encaminados a destruir esas instalaciones y a causar innumerables perjuicios a la población y a los recursos naturales del país. La reacción de Estados Unidos no se hizo esperar, luego de unos meses orquestó, subrepticiamente, el golpe de Estado que derrocó al doctor Arias el 9 de octubre de 1941. Se le acusó de haberse ausentado inesperadamente del país para visitar La Habana sin autorización del Gabinete.

La culminación de la Segunda Guerra Mundial marcó en el caso panameño, la perdida de vigencia del Convenio de Base firmado en 1942 entre los gobiernos de Estados Unidos y el de Panamá, razón esta que obligaba a los norteamericanos a desmantelar los sitios de defensa conferidos y legalizados bajo el referido acuerdo; sin embargo, el interés del Coloso del Norte de mantener una presencia militar de manera prolongada, condujo a la negociación y a la firma del Convenio de base Filos Hines que le permitiría a ese país conservar tropas militares en treces sitios considerados como críticos para la defensa del Canal.

Este intento, generó reacciones airadas en contra del gobierno del Presidente Enrique A. Jiménez por la prolongación de los sitios de defensa. La Federación de Estudiantes de Panamá de la época, El Magisterio Panameño Unido, La Asociación de Profesores de la República, El Frente Patriótico de la Juventud; constituyeron el núcleo opositor a los intentos de mantener la presencia estadounidense en nuestro país, concitando multitudinarias manifestaciones las cuales culminaron en enfrentamiento entre las fuerzas progresistas y la policía nacional.

La élite gubernamental intentó justificar la actuación de la Policía Nacional en contra de los grupos organizados y sustentar su propuesta de garantizar mas allá de los acuerdos la presencia estadounidense en el territorio panameño a través de su vocero oficial el Presidente Jiménez bajo los parámetros de la lógica de los Estados Unidos Thomas Pearcy en su ensayo La Generación del 31 patriotas y pretoriano nos presenta parte de su alegato.

“El mandato panameño trató de justificar las acciones del 12 de diciembre por parte de la policía nacional dentro del marco de la defensa hemisférica y la retórica de la Guerra Fría. Se supo de la existencia de agitadores que indudablemente obedecían órdenes de Moscú. Ellos instigaron a los jóvenes a voltear automóviles frente al teatro Cecilia a poner barricadas en las calles y a subir al balcón en donde el Partido Comunista tenía su oficina y desde allí arengar a los estudiantes, Celso Solano Secretario General del Partido Comunista de Panamá era uno de esos instigadores que a su vez, llevaba la bandera soviética”.

Los hechos, demuestran el papel jugado por la oligarquía y la policía nacional en contra de los movimientos de reivindicaciones nacionalistas que cobró fuerza en nuestro país la génesis de la confrontación del Coronel José Antonio Remón Cantera y sectores organizados de la sociedad panameña desde ese momento.

La alianza del movimiento estudiantil con la clase obrera los trabajadores de la educación las organizaciones campesinas, las capas medias y corporaciones fueron contundentes en el rechazo del convenio Filos Hines de diciembre del 47 factor de distanciamiento irreconciliable entre la oligarquía los Estados Unidos la policía y el movimiento popular panameño.

El pueblo en reafirmación de sus derechos empezó a demandar la abrogación total del tratado de 1903 y recurrió a la siembra de banderas en la Zona del Canal.

El 2 de mayo de 1958, los universitarios encabezados por Carlos Arellano Lenox y una nutrida delegación del Sindicato de Periodistas al mando de Jorge Turner (Presidente), compuesta por Álvaro Meléndez Franco, Rosemberg Valero y Julio Cesar Fernández, entre otros, iniciaron el movimiento Operación Soberanía, que consistió en sembrar cientos de banderas panameñas de gran tamaño en distintos sitios, también hubo movimientos de parte del Frente Reforma Universitaria (FRU), y la Federación de Estudiantes de Panamá (FEP).

El periodo de la siembra de banderas, que abarca desde 1958 hasta 1960, tuvo su génesis en la frustración sufrida por el pueblo al ver que las revisiones de los pactos canaleros de 1936 y 1955 no resolvían las controversias entre Estados Unidos y Panamá. El desencanto tocaba las fibras más íntimas de la nacionalidad debido a la impotencia que sentían los panameños por no poder satisfacer sus aspiraciones de perfeccionar su independencia de España, el 28 de noviembre de 1821 y, posteriormente la separación de Colombia el 3 de noviembre de 1903. ¡ La lucha continúa hasta la victoria final!

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