El deporte universitario: una perspectiva integral para el desarrollo estudiantil

Han pasado más de 490 días desde que Udelas concluyó su participación en los Juduca, obteniendo la posición 12 de 17 en la máxima justa deportiva de universidades públicas vinculadas al CSUCA. Estos eventos se realizan cada dos años en diez disciplinas deportivas, y la sede de 2023 fue El Salvador, donde se lograron medallas en karate, atletismo y fútbol 11 masculino, donde por primera vez la universidad obtiene una medalla de oro en deporte colectivo.

Sin embargo, surge la pregunta: ¿Es el deporte universitario una prioridad o una inversión prescindible? ¿Existe alguna política deportiva para las universidades en nuestro país? Aunque el deporte no se considera una prioridad a nivel nacional, es una herramienta formativa crucial para nuestros estudiantes.

La Unesco incluso decretó el 20 de septiembre como el Día Internacional del Deporte Universitario, en reconocimiento a los primeros campeonatos universitarios internacionales en Polonia de 1924.

Las universidades son centros de aprendizaje y autodesarrollo, y deberían desempeñar un papel esencial en la promoción de la actividad física y el deporte, no solo como una tarea extracurricular, sino dentro de los programas académicos.

¿Cómo beneficia la inclusión del deporte y la actividad física en los programas académicos? El deporte y la actividad física generan beneficios físicos, psicológicos y sociales. Mejoran las funciones del sistema cardiovascular, respiratorio, digestivo, endocrino y osteomuscular, así como la flexibilidad y la regulación del sueño. Psicológicamente, fomentan la tolerancia al estrés, el bienestar psicológico, la autoestima, y tienen efectos antidepresivos. Existen múltiples investigaciones recientes que han demostrado que los niveles de depresión y la ansiedad en los estudiantes universitarios es preocupante debido a su impacto en el rendimiento académico y en la calidad de vida de los estudiantes, sin embargo, se ha observado que la actividad física podría tener efectos favorables sobre la salud mental y la composición corporal.

La OMS señala que la inactividad física es uno de los factores de riesgo más importantes para enfermedades crónicas no transmisibles, y la FAO revela que el 73 % de los adultos en Panamá padece sobrepeso. La inclusión de actividad física en la universidad puede contrarrestar estos problemas de salud.

No se trata de copiar modelos extranjeros, sino de adaptarnos a nuestras circunstancias. Como diría Nelson Mandela, el deporte tiene la capacidad de transformar el mundo, o según Winnicott, el juego es terapia en sí mismo, creativo y enseña un camino que lleva a la vida.

Es esencial que las unidades curriculares consideren la importancia de incorporar el deporte y la actividad física en los programas académicos, debido a que contribuyen al desarrollo integral de los estudiantes en formación y previene problemas de salud a largo plazo.

*El autor es docente, Udelas