• 06/08/2022 00:00

Un patriota, marcando vidas

Hay hechos en el tiempo que marcan tu vida. Desde mi hamaca donde descanso, se divisa al levantarme Cerro Marta y Juan Julio, los dos Cerros donde explotó la pequeña avioneta en que viajaba Omar Torrijos Herrera y en el que se dirigía un viernes al atardecer hacia Coclesito, hoy distrito Omar Torrijos Herrera.

Hay hechos en el tiempo que marcan tu vida. Desde mi hamaca donde descanso, se divisa al levantarme Cerro Marta y Juan Julio, los dos Cerros donde explotó la pequeña avioneta en que viajaba Omar Torrijos Herrera y en el que se dirigía un viernes al atardecer hacia Coclesito, hoy distrito Omar Torrijos Herrera. Murió sin acumular riquezas, combatió la corrupción y el intento de corromperse de sus allegados. Ese magnicidio un 31 de Julio de 1981, que marcó a los panameños patriotas de ayer a diferencia de los democráticos corruptos de las últimas décadas. Aquí vivo desde hace 37 años y desde hace 12 lo convertí en mi hogar permanente. La vida te marca el destino. El mío es ver como se mueren los sueños del patriota y estadista y de su generación junto a su vieja casa, hoy Casa Museo, que por abandono se deterioró su madera entre polilla, murciélagos, ratones y otras alimañas, destruida por cruel abandono como un odio oculto a su memoria por quienes son responsables de custodiarla.

El pasado año fue el presidente Laurentino Cortizo quien emprendió su recuperación con el Ministerio de Cultura y hoy la Casa Museo tiene un toque de orgullo para su historia. En este nuevo distrito Omar Torrijos Herrera, vivo apartado del activismo político, como Torrijista, pero no de su memoria histórica y su legado como el patriota del siglo XX y constructor de la prosperidad del siglo XXI, hoy en manos de la oligarquía financiera con la complacencia sus “herederos” políticos, ayer Torrijistas y hoy mercenarios del neoliberalismo que con la pandemia y la crisis global sepultan sus logros. Aun así, seguimos esperanzados en el reto de eliminar la sexta frontera. Igual que se dio el reto generacional de eliminar la quinta frontera con la firma de los Tratados Torrijos-Carter ,que le puso punto final a la presencia colonial y a las 14 bases militares. Hoy esa prosperidad debe ponerse al servicio de los más vulnerables, como él lo estableció para el desarrollo próspero y autosostenible del país interior. Generar emprendedores y panameños libres del flagelo de la pobreza. La lucha para eliminar la sexta frontera debe ser una prioridad para hacerle Justicia a los verdaderos protagonistas de la Independencia, el pueblo del arrabal y de los barrios, el panameño rural y patriota. En ese compromiso también el presidente Cortizo aprobó la Ley de Agroturismo, favoreciendo al desarrollo en la ruralidad de emprendimientos agroturísticos para combatir la pobreza. No más sexta frontera, no más engaños con discursos sin contenido.

La pandemia crea las condiciones para superar la explotación de la clase del neoliberalismo impuesto en este siglo XXI. Complicidad y olvido marcan estas dos décadas de decadencia y vergüenza de un Torrijismo qué moribundo sufre de inanición y patalea por sobrevivir al mercenarismo y oportunismo politiquero, electoralismo y clientelismo urbano y no ruralidad y compromiso con las mayorías, los más pobres.

Exembajador de Panamá en España y Portugal
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