• 16/04/2025 01:00

Las medias tintas manchan más

Una de las grandes fallas en la comunicación de gobierno es hacerla de manera poco clara, confusa, con argumentos o conceptos ambiguos, que a la postre, minan la confianza de los ciudadanos en su gobierno.

Este parece ser el caso con el reciente memorando de entendimiento entre el Ministerio de Seguridad de Panamá y el Departamento de Defensa de EE.UU. firmado entre las partes el pasado 9 de abril del presente año.

A lo anterior hay que agregarle que, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Peter Hegseth, emite unas declaraciones al finalizar su visita a Panamá, pero en la Casa Blanca, al lado del presidente Trump, cambia su versión.

Más preocupante aún es que las versiones en español y en inglés del mencionado memorando son distintas, no coinciden, lo cual, en términos diplomáticos, posiblemente abre la puerta a posibles conflictos futuros.

No soy ni abogado ni diplomático y no pretendo serlo, pero hay un par de detalles en ese memorando que a cualquier ciudadano seguramente le preocuparían.

Por ejemplo, en la versión en español se omite el siguiente párrafo, que sí está en la versión en inglés, y sobre el cual la Cancillería panameña, nada dice.

“Avanzar en los acuerdos entre Estados Unidos y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) para la continua operación segura, protegida y neutral del Canal de Panamá, incluyendo la reciente firma de un Acuerdo de Cooperación Cibernética entre el Comando Sur de Estados Unidos y la ACP para identificar áreas para una mayor cooperación cibernética bilateral, y a través de un reciente Memorando de Entendimiento del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos con la ACP que continuará brindando su experiencia y apoyo técnico para asegurar la sostenibilidad a largo plazo del Canal”.

Primero, según se describe en el párrafo anterior, entonces EE.UU. ahora tendrá la autorización de activar actividades “cibernéticas” en Panamá. ¿Qué significa en concreto? ¿Intervenciones de comunicaciones? ¿A quiénes? ¿Sin autorización del Poder Judicial panameño? Preocupante la poca especificidad de ese párrafo en la versión en inglés, y más todavía su ausencia en la versión en español.

En la página web de la Cancillería se publica un “análisis detallado” del memorando y entre otras cosas señala lo siguiente: “No se ha cedido ni un solo centímetro de soberanía”.

Excelente, muy claro, pero más adelante indica: “No habrá bases militares y este memorando es de carácter temporal: El acuerdo permite la presencia temporal de personal y contratistas estadounidenses para actividades como entrenamiento, ejercicios y cooperación en seguridad, pero no contempla la instalación de bases militares permanentes. Además, cualquier mejora o construcción en las instalaciones será propiedad del Gobierno de Panamá”.

No habrá bases, pero se permite “mejora o construcción en las instalaciones”, o sea ¿una manera “diplomática” de decir “no, ¿pero sí?”.

En otro aparte de la Cancillería se afirma que: “...el Ministerio de Seguridad Pública puede acceder a estas áreas con la notificación previa correspondiente al personal de EE. UU.”.

A ver, ¿el Gobierno panameño, tiene que notificar previamente al personal de EE. UU para acceder, dentro del territorio panameño, a ciertas instalaciones o espacios? ¿Eso no es de alguna manera no es ceder algo más que muchos centímetros de soberanía?

El Canal de Panamá es, sin dudas, uno de los soportes más importantes para el comercio internacional, sirviendo como un enlace vital entre los océanos Atlántico y Pacífico, pero más allá de ello, el canal es de Panamá, sin lugar a ninguna duda y, por lo tanto, su control, administración, servicio al mundo y seguridad son de los panameños.

Las supuestas pretensiones del presidente Trump sobre el Canal, ratificada con las visitas de los secretarios de Estado, Seguridad y ahora de Defensa, son una grave ofensa a Panamá, que deben ser rechazadas de manera enérgica, firme y diplomática por el gobierno del presidente Mulino, y por todo el pueblo panameño.

La comunicación de “medias tintas” que han realizado los principales funcionarios del Gobierno de Panamá, sumado a un desgaste que se acelera de la gestión gubernamental, el cual está reflejado en distintos estudios de opinión, mancha aún más la gestión y no contribuye a generar confianza entre los ciudadanos, desperdiciando una oportunidad de oro para el gobierno, pues pudiera usar esta circunstancia para unificar a todo el país, con lo cual fortalecería no solo su gobierno, sino que lo haría con la democracia misma.

Las medias tintas en la comunicación gubernamental son tácticas de poca duración y, generalmente, tienden a generar efectos adversos en el corto tiempo, manchando más a quienes las usan.

*El autor es consultor político
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