• 25/06/2023 00:00

Paraninfo: una tragedia evitada

“[...] se rumoraba sobre la posibilidad de que la presidenta Mireya Moscoso otorgara un indulto a los condenados, pronóstico que se cumplió el 25 de agosto, cuando se firmó el Decreto 317, [...]”

Los días 17 y 18 de noviembre del año 2000, se celebró en Panamá la X Cumbre Iberoamericana, con la participación de 21 países y sus jefes de Estado y Gobierno, bajo el lema “Unidos por la niñez y la adolescencia, base de la justicia y la equidad en el nuevo milenio”.

Esta reunión hubiera pasado sin mayor trascendencia, a no ser por lo ocurrido el día 17, con la denuncia pública que hiciera a los medios de comunicación el jefe de Estado del Gobierno de Cuba, comandante Fidel Castro Ruz, al sostener: que existía un plan puesto en marcha por Posada Carriles, calificado internacionalmente como terrorista y que tenía por objeto hacer volar el Paraninfo de la Universidad de Panamá, por medio de explosivos C4, durante un encuentro del mandatario cubano con grupos universitarios y el movimiento popular, programado para el día 18 de noviembre. La tragedia se evitó a tiempo, y de haberse producido, serían cientos o miles de muertos, dado que la onda expansiva habría estremecido el hospital de especialidades y la comunidad de Viejo Veranillo, próximos al lugar referido.

Al día siguiente, la Policía Nacional, informaba sobre la captura de los siguientes sujetos: Luis Posada Carriles, Pedro Crispín Remón, Guillermo Novo Sampoll y Gaspar Jiménez. Todos contaban con un extenso prontuario de delitos cometidos en el extranjero y arrestos, siendo el más notorio el primero de la lista.

El perfil de Carriles fue descrito por el embajador Jorge Valero, representante permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la OEA, en la Sesión Ordinaria del Consejo Permanente del 23 de mayo de 2007, así: “No es un terrorista cualquiera. Es un terrorista que ha cometido crímenes de lesa humanidad. Y no sólo es un inculpado. Es un terrorista convicto y confeso. Él mismo se ha declarado autor de actos de terrorismo, incluyendo la voladura del avión de Cubana de Aviación, en Barbados (octubre de 1976), en la cual murieron 73 personas. En julio de 1998, en una entrevista con el diario The New York Times, se adjudicó la autoría de los ataques con bombas a instalaciones turísticas cubanas y afirmó que estos habían sido financiados por la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA)”.

Desactivada la operación descrita, la reunión se llevó a cabo sin mayores percances, el licenciado Jorge González, dirigente estudiantil en aquellos años, recordaba que: “Asistieron miles al Paraninfo, se llenó completamente y en la parte externa, otros cientos de asistentes se mantuvieron a la expectativa. Se reunió el grueso del movimiento estudiantil, las fuerzas gremiales universitarias, el movimiento popular panameño y la ciudadanía general”.

El proceso a los imputados duró varios años, su mejor síntesis se encuentra en el libro “Paraninfo, un magnicidio frustrado” de la autora Ivón Deulofeu, publicado en Cuba, año 2006. Después de una serie de incidentes, apelaciones y recursos interpuestos por la defensa, se fijó fecha de audiencia ordinaria del 15 al 19 de marzo y alterna del 19 al 23 de abril, ambas para el año 2004.

El juzgado penal sustanciador emitió sentencia el 20 de abril del 2004, en su parte resolutiva declaró penalmente responsables a: Luis Posada Carriles, Gaspar Jiménez Escobedo, Guillermo Novo Sampoll, Pedro Crispín Remón y César Andrés Matamoros Chacón, por la consumación de distintos delitos cometidos.

Cursaba el mes de abril, y en Panamá, se vivía una contienda electoral donde la propuesta de continuidad del Gobierno se vio frustrada en las elecciones de mayo. El interregno entre el presidente entrante y saliente era largo, dado que el nuevo inquilino de la Presidencia debía tomar posesión el 1 de septiembre del 2004. En los meses subsiguientes, se rumoraba sobre la posibilidad de que la presidenta Mireya Moscoso otorgara un indulto a los condenados, pronóstico que se cumplió el 25 de agosto, cuando se firmó el Decreto 317, pese a la solicitud remitida a nuestro país por parte de Cuba y Venezuela, de que fuesen extraditados por acciones terroristas realizadas en ambas naciones.

Los estamentos de seguridad procedieron a llevar en la madrugada del 26 a Posada Carriles y sus otros cómplices al aeropuerto de Tocumen, bajo el mayor sigilo. En la mañana, el país se enteraba con indignación en los noticieros sobre la forma como había sido burlada la justicia.

El avión que embarcaron hizo escala primero en Honduras y luego en la ciudad de Miami. Es importante anotar que el decreto referido, y otros que siguieron, fueron declarados inconstitucionales por el Pleno de la Corte de Suprema de Justicia el 30 de junio del 2008.

Abogado-historiador.
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