• 11/09/2008 02:00

La oposición acorralada

Ya lo había dicho en el sesudo análisis “Un experto politólogo” publicado en lunes 21/7/08 en este diario. La Chola ganaba por la amplia...

Ya lo había dicho en el sesudo análisis “Un experto politólogo” publicado en lunes 21/7/08 en este diario. La Chola ganaba por la amplia base social que la apoyaba y aunque el “alcaldito” hizo lo posible, no aguantó la pelea. De este ejercicio democrático quedó claramente probado que las tácticas exportadas de otras latitudes, las cuales intentan crear un impacto en la opinión pública con mensajes que pongan en duda la credibilidad del candidato atacado, no dan resultado, tal como lo expuse en “Desafortunada decisión” publicado el 18/8/08.

También quedó claro que el bombardeo inmisericorde de propaganda por cualquier medio imaginable, tampoco resultó. Sólo fue un derroche inexplicable de dinero. Ahora la ex ministra se consolida con una demostración de fuerza incuestionable, más de 300,00 personas votaron y no era una elección nacional.

La oposición debe interpretar el mensaje sin la ayuda de los médiums políticos, esos que dominan la matemática del libro cubano. Están acorralados, desperdigados, enemistados y aunque se logren unir, será obvio que sólo es con fines electoreros. De seguir así sólo les queda esperar que los arrolle el mismo tren que arrolló al “alcaldito”.

Si la oposición quiere ser una opción, tiene que cambiar el discurso y rediseñar la estrategia. Ya basta de vestiduras rasgadas por los pecados del PRD, porque ningún gobierno de oposición ha sido capaz de juzgar y encarcelar a nadie. Basta ya de decir lo malo que hicieron. Hemos entrado en una nueva era, la era de las propuestas. Y no se equivoquen, ya lo dijo alguien, “la voz del pueblo, es la voz de Dios”.

Por los lados del Balbi-Bunker resguardado por sus más de 600,000 copartidarios el apoyo comenzará a disminuir en la misma medida que figuras cuestionadas hasta dentro de sus mismas filas sean incorporadas a un futuro equipo de gobierno. Comenzaron bien, no se equivoque tampoco metiendo una pata de tulivieja.

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