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- 22/04/2022 00:00
Nuestra Madre Tierra y los bosques
El Día Internacional de la Madre Tierra representa, sin duda, una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos de nuestra región en la lucha contra el cambio climático, el manejo sostenible de los recursos naturales y la participación real de todo el sistema agroalimentario para superar los retos que nos plantea el contexto actual para nuestro planeta.
En el marco de esta fecha conmemorativa, y del Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de Ecosistemas, es propicio mencionar, de manera particular, el próximo XV Congreso Forestal Mundial, que se celebrará del 2 al 6 de mayo de 2022 en Seúl, República de Corea, el cual está siendo coorganizado por el Servicio Forestal de Corea y de la División Forestal de la FAO.
Este espacio de discusión, cuya preparación inició con consultas a los miembros de la FAO desde el 2019, se desarrollará con el tema “Construir un futuro verde, saludable y resiliente con los bosques”, lo que refleja el papel integral que los bosques desempeñan para garantizar la salud, el bienestar y la estabilidad del planeta y sus habitantes.
Mediante este Congreso el sector forestal mundial intercambiará experiencias sobre el estado de los bosques y la silvicultura, con el fin de discernir tendencias, adaptar políticas y sensibilizar a los responsables de la toma de decisiones, al público y a otras partes interesadas, así como para considerar recomendaciones sobre acciones de seguimiento adecuadas.
Y en relación a estos temas, nuestra región SICA tiene mucho que aportar.
La región centroamericana alberga el 1,3 % de los bosques mundiales y el 8 % de la biodiversidad global. Esto nos da una idea de lo importante que resulta detener la deforestación y restaurar la conectividad entre áreas de bosques.
Las experiencias de conservación y uso sostenible en nuestros países han dado valor a la relevancia de rescatar y mantener estas prácticas culturales, como un medio de fomentar la conservación de los bosques.
Es importante destacar la cantidad de instrumentos regionales (Estrategia Regional Ambiental Marco, Estrategia Regional de Cambio Climático, Afolu 2040, entre otros) que impulsan el cumplimiento de los compromisos globales relacionados con el Acuerdo de París y las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC), teniendo a la conservación de bosques y la restauración como ejes centrales del cumplimiento de esos compromisos.
No tenemos la menor duda de la voluntad política de la región SICA para impulsar el desarrollo sostenible basado en sus bosques y la aplicación del enfoque de paisaje forestal.
Nuestros países han renovado el compromiso para detener la deforestación, prevenir la degradación de los bosques y aumentar la superficie forestal, mediante una mayor inversión en actividades relacionadas con la silvicultura y los sistemas agrícolas y ganaderos sostenibles. Y con la revaloración del papel fundamental que desempeñan los bosques, los árboles, los productos y los servicios forestales en un futuro verde, saludable y resiliente para la región.
Finalmente, no puedo dejar de mencionar la importante gestión que realizan los pueblos indígenas de América Latina en este tema, quienes juegan un rol decisivo para la mitigación del cambio climático y la conservación de la biodiversidad, ocupando casi la mitad (48 %) de todos los bosques de Centroamérica.
Sin embargo, actualmente todavía menos del 1 % de todos los recursos destinados al financiamiento climático y ambiental llega a las manos pueblos indígenas.
Por esta razón, la FAO ha realizado diversos esfuerzos de colaboración con los pueblos indígenas, dando como uno de los grandes resultados una estrategia regional para la colaboración con ellos, diseñada para orientar las acciones colaborativas en la región entre la FAO, los Gobiernos y los pueblos indígenas, con el objetivo de lograr sistemas agroalimentarios más inclusivos, eficientes, resilientes y sostenibles.
Desde la FAO, reiteramos una vez más nuestro apoyo para contribuir a los esfuerzos de los países en la generación de un impacto transformador que beneficie a los bosques y a las personas que de ellos dependen, y contribuir a lograr la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
¡Por nuestra Madre Tierra! ¡Actuemos ya!