• 13/02/2021 00:00

Entre nepotismo y corrupción

“[…] el PRD nunca llegó a pagar las culpas de sus pecados cometidos en dictadura; sin embargo, no es el único culpable de los males que hoy arrastra nuestra sociedad […]”

Por estos días de crisis generada por la COVID-19, florecen las aspiraciones de algunos (Locos y no tan Locos) por ocupar la silla presidencial que Nito Cortizo dejó vacía al intentar sentarse en el taburete que aquel interiorano le obsequio. Las opciones son muchas, ¿buenas?, casi ninguna, pero es importante que los panameños desde ya, en caliente por todo lo malo que está haciendo el Gobierno PRD, tengamos claro que estos últimos no son los únicos responsables de nuestras desgracias.

Panamá, desde sus inicios como nación, antes de llegar a la era de la dictadura militar, aupada y patrocinada por un movimiento popular renaciente en ese momento, que prometía la llegada del pueblo al poder -Partido Revolucionario Democrático (PRD)-. En sus inicios, el PRD daba indicios de que se mantendría como un partido de corte social-izquierda; sin embargo, aunque Torrijos acariciaba más el populismo simple -el pueblo como jefe supremo del Gobierno- -lo que quiero para mis hijos, lo quiero para el pueblo-, nada iba a poder hacer con la clase media ascendente que con la ayuda ahora de un partido político y las armas de los militares serían posteriormente los nuevos grandes hacendados de nuestro país. ¿Y el pueblo?, bueno, el pueblo se conformó con asentamientos campesinos y otras prebendas que vinieron a suplir el desinterés de un Gobierno totalitario, porque su población tuviera una buena educación y salud.

PRD, panameñistas y/o arnulfistas, desde 1990, hasta el 2009, con la sorpresiva llegada al poder de Ricardo Martinelli con su Cambio Democrático, se habían alternado la gobernabilidad del país, sin grandes avances en materia de educación, salud, empleo y economía.

-. 1990-1994 (Panameñista o Arnulfista) Guillermo Endara.

-. 1994-1999 (PRD) Ernesto Pérez Balladares González-Revilla.

-. 1999-2004 (Panameñista o Arnulfista) Mireya Moscoso Rodríguez.

-. 2004-2009 (PRD) Martín Erasto Torrijos Espino.

-. 2009-2014 (Cambio Democrático) Ricardo Alberto Martinelli Berrocal.

-. 2014- 2019 (Panameñista) Juan Carlos Varela Rodríguez.

Desde 1990, cada cinco años, nuestros gobernantes nos someten a las mismas situaciones irregulares, que le hacen mucho daño a la nación:

Nepostismo-corrupción

Las historias sobre familias enteras dentro del engranaje gubernamental al asumir un partido el poder no escapa a ningún periodo presidencial desde 1990 a la fecha. Cada Gobierno en el poder defiende de diferentes formas esos nombramientos y, cada partido político en oposición criticará con la misma vehemencia esos actos por considerarlos irregulares.

Recientemente, la suerte de la familia del diputado Abrego, fue, en otras épocas, la misma suerte de otras familias en distintos momentos con diferentes apellidos, pero de seguro con las mismas banales excusas; si no, solo recordemos aquella de un ministro de Varela que dijo “no hay nadie más capacitado que mi sobrino para ocupar ese puesto”. Qué suerte de ese sobrino por tener a un tío tan sabio.

En materia de corrupción, desde 1990, han dado todo por el todo por superar a su antecesor. Llegar a ocupar un cargo público es sinónimo de estar, en términos populares, “en la papa”, y es que, durante todos esos quinquenios, sin distinción (salvo por las cantidades robadas), han nacido “nuevos ricos”, “nuevos millonarios”, “hacendados”, “terratenientes”. También, como es por todos sabido, hay quienes entraron ricos, no se robaron ni un “fukin real”, pero salieron más ricos de lo que eran, incluso hicieron más ricos a otros, al punto de que hasta sus hijos manejaban millones no siendo ricos aún, pero esa es la suerte del rico.

Leía recientemente que se calcula que con los dineros “perdidos” por actos de corrupción, solo en las últimas dos décadas, se hubieran podido realizar casi dos expansiones al Canal de Panamá, seis líneas del metro, 11 puentes sobre el Canal, 10 mil escuelas, 2 mil centros de salud equipados, 200 mil viviendas realmente dignas, acueductos, y sanidad en toda la República, transporte púbico metropolitano eficiente o una buena combinación de todas las obras mencionadas.

Hoy, con esta pandemia que nos aqueja a todos, nuestros políticos han reemplazado la necesidad de caminos, escuelas, centro de salud, seguridad y otras carencias, por la necesidad de ventiladores, gel alcoholada, mascarillas, hospitales modulares, nuevos corregimientos, 4x4, contratos a “influencers” y demás, y, en cada una de esas acciones de Gobierno, siguen viendo la oportunidad de hacer de las suyas, cometiendo los mismos actos de corrupción, robándole, no solo el futuro a nuestro pueblo, sino también arrebatándoles la vida a muchos a los que no les llegará a tiempo -o nunca les llegará- la ayuda.

Al pueblo le digo, es cierto, el PRD nunca llegó a pagar las culpas de sus pecados cometidos en dictadura; sin embargo, no es el único culpable de los males que hoy arrastra nuestra sociedad, Gobierno (Panameñista-PRD-CD) tras Gobierno.

Recientemente, escuché a un cantante al que admiro mucho -orgullo nacional- que además es político, decir que él “perdió millones por irse a ejercer un cargo público, nunca robó”. No soy testigo de nada, pero creo que nos dice la verdad; no obstante, a manera de ilustración, “si te invitan a una fiesta donde todos, menos tú, deciden violar a una joven, el no haber participado en el hecho, ¿te libera de responsabilidad?, cuando sabes que se hizo y no hiciste nada por evitarlo, y peor aún, te quedaste como si nada hasta el final de fiesta”. No lo creo…

Esa joven en el ejemplo simboliza a mi país, los violadores, a los políticos saqueadores, que, sin pudor ni remordimiento, cuales piratas, destruyen y roban todo a su paso, se llevan la inocencia, los recursos, el fututo, la Patria.

Abogado
Lo Nuevo
comments powered by Disqus