Sobre-mesas

El incierto porvenir de nuestras democracias ante el escenario mundial que vivimos, la corrupción, el desempleo, la inflación aumentan a cada minuto nuestros problemas sociales. Las dificultades para la creación de nuevas industrias, el descenso del sector construcción, un turismo sin incentivos y a la baja aunados a la incertidumbre de la economía ante la oscuridad del mañana es el panorama que se nos presenta mientras nuestros competidores y enemigos siguen aprovechando los espacios que evacuamos para destruirnos.

Hagamos de esta oportunidad una mesa útil donde se escuchen todas las opiniones y no se termine con soluciones cosméticas que una vez pasada la noche nos llevé nuevamente al día donde aparecerán con mayor claridad lo que intentamos ocultar.

Necesitamos una nación de trabajo, de libertad, pero con orden principios que nos hagan devolver la Fe y La Paz como nación. Abrigamos la esperanza de que esta mesa no sea una batalla de egoísmos, sino un certamen de civismo responsable para no arrugar sin sentido nuestro escaso presupuesto.

Terminó indicando que todo lo que hemos vivido son señales de alarma en nuestro tejido social que nos indica que es la hora de unirnos sacando de las sombras a aquellos que se oponen a las soluciones mediante el diálogo. Porque aquel ciudadano que prefiera quedarse encerrado en su propia olla viciosa de odios y perjuicios, negando su aporte individual para la obra de todos, no merece llamarse panameño.