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- 23/04/2025 13:18
El último Reporte Económico de América Latina y el Caribe presentado por el Banco Mundial, este mércoles, estimó que el crecimiento económico y las proyecciones para Panamá en este 2025 será de alrededor 3,5 %, impulsado por una demanda interna sólida y la reactivación de inversiones públicas y privadas.
El banco adelantó que para el 2026 las cifras se elevará a 3,8% y 4,3 % en 2027.
El informe pronosticó un menor crecimiento del 2,1 % en 2025 y del 2,4 % en 2026 a la región de América Latina y el Caribe, que la convierte en la más baja a nivel global.
La baja inversión, el endeudamiento elevado y un entorno externo cambiante constituyen importantes obstáculos para el desarrollo de la región, advierte el Banco Mundial.
“El panorama económico mundial ha cambiado drásticamente, marcado por mayores niveles de incertidumbre”, afirmó Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.
Añadió que “los países deben recalibrar sus estrategias e impulsar reformas audaces y prácticas que impulsen la productividad y la competitividad, a la vez que abordan las brechas persistentes en infraestructura, educación, comercio y gobernanza para garantizar la creación de empleo y mejores oportunidades para las empresas y los ciudadanos”.
A pesar de ciertos avances en el control de la inflación, el informe advirtió que los déficits fiscales siguen siendo preocupantes, y se prevé que la proporción de deuda sobre el producto interno bruto (PIB) alcance el 63,3 % en 2024, frente al 59,4 % de 2019.
El banco mencionó que la rápida evolución del entorno económico mundial añade presión, ya que la inflación persistente en las economías avanzadas podría retrasar los recortes de las tasas de interés y limitar las opciones en materia de política monetaria.
Sostiene que la preocupación por las restricciones comerciales globales genera incertidumbre en torno a la relocalización de empresas (nearshoring) y el acceso a los mercados, lo que contribuye a un entorno económico y empresarial más cauteloso.
Además, recalcó que la desaceleración del crecimiento en China y los recortes en la ayuda exterior para el desarrollo también contribuyen a este panorama.
“El acceso a la tecnología y el aprovechamiento de las economías de escala determinan que el comercio y la inversión extranjera directa (IED) sigan siendo esenciales para acelerar el crecimiento en América Latina y el Caribe, incluso en tiempos de incertidumbre. Diversificar los destinos comerciales, expandir las exportaciones de servicios y explorar nichos potenciales de nearshoring ofrecen buenas oportunidades, pero requerirán aumentar tanto la productividad como la agilidad. Esto, a su vez, requiere avanzar en reformas largamente esperadas en el ámbito internacional, en el entorno empresarial, el capital humano y la innovación”, afirmó William Maloney, Economista Jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.