Sin la lucha del 9 de enero, no habrían conquistas hoy

El 9 de enero es una fecha tan significativa para los panameños, ya que fue uno de los principales acontecimientos recordados en defensa de nuestra soberanía y que marcó el camino para que, más adelante, se lograra este objetivo.

El amor por la patria, ese sentimiento nacionalista, hizo que valientes estudiantes decidieran izar la bandera en la Zona del Canal, lo que despertó la furia de los norteamericanos, quienes tenían secuestrada esa parte de nuestro territorio.

Posteriormente, el pueblo enardecido decide apoyar esta lucha que ya no era solo de estudiantes, sino de toda una nación.

Nuevamente, vemos aquí el uso de la fuerza contra un pueblo indefenso que tan solo quería ver ondear nuestra bandera en nuestro territorio llamado Zona del Canal.

Llama la atención aquel sentir patriótico de nuestros estudiantes del Nido de Águilas que, por muchos años, han luchado por causas justas.

Hay que resaltar que sin este movimiento del 9 de enero hoy día no tendríamos canal en manos panameñas, no tendríamos la bandera ondeando en el Cerro Ancón, ni mucho menos, nuestra soberanía.

Para que las generaciones de jóvenes comprendan el gran significado de esta fecha y reconozcan el valor de los mártires.

Este sentir por la Patria debe prevalecer hoy, en nuestros estudiantes, en esos jóvenes que por la falta de orientación y de conocer nuestra historia cada vez menos luchan por ideales comunes patrióticos.

Panamá necesita de hombres y mujeres que cada día luchen por ideales, por el bienestar común, que sientan ese amor por su país y que no permitan la intromisión de ningún país en los asuntos internos.

La justicia, la igualdad, la defensa de la soberanía fueron algunos de los objetivos que empujó a un grupo de estudiantes a salir con el pabellón nacional hacia la Zona del Canal. Sin embargo, no sabían en ese momento que serían héroes nacionales y que irónicamente han sido olvidados muchas veces con el pasar del tiempo.

Hoy día también existen luchas internas, no precisamente contra un ejército, pero sí contra algunas empresas extranjeras que mantienen concesiones y que no quieren pagar lo justo al pueblo panameño.

La posición geográfica de Panamá y su riqueza natural ha sido siempre un foco de atracción de inversionistas a nivel internacional, lo que es positivo para el país y todos son bienvenidos, pero cada uno debe pagar lo justo y es deber de nuestros gobernantes el estar vigilantes para que cada uno de estos inversionistas, que si bien es cierto traen desarrollo al país, cumplan con los acuerdos establecidos.

A la población panameña le toca ser más empático con las luchas que emprenden los gobernantes por defender nuestras riquezas de aquellos poderes económicos extranjeros.

Si bien es cierto que Panamá cuenta con muchos atractivos a la inversión, hay que recordar cuántas lágrimas y sangre nos ha costado mantener esos beneficios.

Panamá, tierra querida y admirada, no estás sola, ya que el legado que dejaron los mártires del 9 de enero con su sangre siempre será honrado por los buenos panameños que nos preocupamos por el bien común.

Y así como dice nuestro Himno Nacional: Alcanzamos por fin la Victoria, han sido muchas luchas que hemos librado y que, a pesar de ser una nación pequeña, unidos, hemos alcanzado grandes victorias.

Hoy recordamos a esos mártires que dieron su vida por la soberanía de este país y que marcaron una ruta para lograr que años después se concretara la firma de los Tratados Torrijos Carter y la salida de las tropas militares de nuestro país.

Como panameño tengo el deber de hacer un llamado a estar vigilantes de nuestros beneficios como nación y no dejarnos quitar lo que por derecho nos pertenece.

Unidos siempre vamos con todo a lograr grandes cosas para nuestro querido país.

Bendiciones.