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- 15/12/2023 14:49
La extensión agrícola en Panamá
Es un bien y servicio de carácter público y permanente que comprende acciones de acompañamiento integral orientadas: a diagnosticar, recomendar, actualizar, capacitar; transferir o enseñar, empoderar y generar competencias entre los productores agropecuarios de todos los niveles para que estos sean: eficientes y, por lo tanto, competitivos para brindarles al consumidor nacional agro alimentos de calidad y precios justos y poder exportar los rubros que tengan el país ventajas comparativas.
La extensión agrícola desde la antigüedad en Europa donde se originó se utilizaba el arado de tiro animal con: bueyes, caballos y mulas para preparar el suelo. En nuestro Panamá, según MiAmbiente, con base en los permisos “de quema” que otorgan anualmente en todo el país, se siembran 10,000 hectáreas bajo el arcaico método que, en la América India, aún se utiliza: se “tumba” la montaña o el rastrojo, o monte, se le mete candela, para después sembrarla de granos básicos tubérculos (yucas, ñames, otoes, ñampies y algunas hortalizas). Igual como hacían los indígenas a la llegada de los españoles.
La extensión agrícola, además de trabajar para cambiar los sistemas productivos y de contribuir a generar oportunidades para que los agricultores y ganaderos puedan acceder a otros mercados, contribuyen a mitigar las vulnerabilidades financieras, efectos del medio ambiente y del cambio climático que ya es una realidad.
En nuestro país el primer gobernante que estableció programas de extensión agrícola fue el Dr. Belisario Porras, en su primer período presidencial (1912-1916) contrató europeos que habían venido a trabajar en la construcción del Canal Interoceánico, cuando las obras terminaron y establecieron las “colonias agrícolas” con españoles, italianos y francés, que tenían conocimientos de una agricultura diferente a la de los indígenas. El proyecto fracasó porque de 350,000 habitantes panameños el 90% eran analfabetas. Posteriormente, el Dr. Arnulfo Arias Madrid, que también como el Dr. Porras, había estudiado en Europa, Alemania, en su primer período presidencial en 1941, creó el Patrimonio Familar, que le daba 10 hectáreas y estableció una Dirección de Extensión Agrícola, para enseñarles a producir más eficientes.
El visionario presidente Juan Demóstenes Arosemena (1 de octubre al 16 de diciembre de 1939, falleció en Penonomé ejerciendo el cargo), además de la Escuela Normal de Santiago y otras obras también hizo la granja agraria en Divisa, después de su muerte se inauguró como Instituto Nacional de Agricultura (INA), en septiembre de 1938, por su vicepresidente Dr. Augusto Samuel Boyd, desde esa época ese centro educativo ha sido responsable de generar y extender tecnologías agropecuarias en todas las actividades del agro nacional.
En 1957, a solicitud del Gobierno Nacional, llegó al país lo que se llamó: La misión de Arkansas de los Estados Unidos, el país del mundo de mayor producción agropecuaria sustentada en su servicio de extensión agrícola que utilizan desde hace más de 250 años; por medio de un Convenio de Cooperación Técnica con la Dirección de Divulgación Agrícola con el ministerio de Comercio e Industrias y Agricultura, permitiendo que 25 docentes de dicha casa de estudios se establecieran en el INA, donde construyeron laboratorios , galeras para lechería, aves y porcinos y un grupo se estableció en la provincia de Chiriquí, para ejercer la extensión agrícola en esa provincia con gran vocación agropecuaria; además organizaron los clubes 4S de jóvenes rurales y de amas de casas y de agricultores en gran parte del país para motivarlos y capacitarlos. La misión de Arkansas como se le conocía dirigida por el profesor Paul Nolan, finalizó en 1957. Quienes organizaron en nuestro país el Servicio de extensión agrícola.
A inicios de la década de 1970, el gobierno revolucionario, dirigido por el general Omar Torrijos Herrera, promulgó la Ley 12, de enero de 1972, orgánica del MIDA, orientada a organizar los campesinos de “hacha y machete” para labrar la tierra de forma colectiva en los asentamientos campesinos y juntas agrarias para lo cual recibían asistencia técnica y crédito. Sirviendo para preparar a jóvenes en la mecanización agrícola a través de ENDEMA, Empresa Nacional de Maquinaria Agrícola, especialmente en el cultivo del arroz mecanizado, sorgo, maíz y la henificación o pacas como también el ensilaje para alimentar en la época seca los bovinos, especialmente las vacas lecheras.
La Ley 352 de PADE (Políticas Agroalimentarias de Estado) promulgada por el gobierno actual el 19 de enero del presente año, de sus 93 artículos 15 están relacionados con la extensión agrícola; los que participamos en la Comisión de Asuntos Agropecuarios y en su elaboración y en la Asamblea Nacional, en su aprobación la consideramos adecuada para que se aumenten las inversiones en el Panamá Rural y Comarcal. Exhortamos al movimiento #PanamáPosible, que apoya la candidatura presidencial de Martín Torrijos Espino, proponer “La vuelta al Campo” y aprovechar las tierras comarcales para generar actividades económicas donde se encuentran los bolsones de pobreza y pobreza extrema del país. ¡No, le regales el pez al hombre, enséñalo a pescar!
El autor es veterinario exministro del Mida.