Hechos que marcan tu vida

Hay hechos que marcan tu vida. Desde mi inmensa hamaca, donde duermo, se divisan al levantarme los cerros Marta y Juan Julio, los dos cerros donde explotó el pequeño avión donde Omar Torrijos Herrera se dirigía un viernes hacia Coclesito, hoy distrito Omar Torrijos Herrera. Ese magnicidio, el 31 de julio de 1981, que marcó a los panameños patriotas de ayer, a diferencia de los democráticos corruptos de las últimas décadas.

Aquí vivo desde hace 36 años y desde hace 10 lo convertí en mi hogar permanente. La vida te marca el destino. El mío es ver cómo se mueren los sueños del patriota y estadista junto a su vieja casa, hoy Casa Museo, que por abandono se deteriora su madera entre polilla, murciélagos, ratones y gallotes que entran a defecar en su interior y destruida por cruel abandono como un odio oculto a su memoria por quienes son responsables de custodiarla.

En ese nuevo distrito Omar Torrijos Herrera vivo apartado del activismo político como Torrijista, pero no de su memoria histórica como el Patriota del Siglo XX y constructor de la Prosperidad del Siglo XXI, hoy, en manos de la Oligarquía Financiera por complacencia de sus herederos políticos, ayer torrijistas y hoy mercenarios del neoliberalismo que con pandemia sepultan sus logros.

Aún así, seguimos esperanzados en el reto de eliminar la Sexta Frontera. Igual que se dio el reto generacional de eliminar la Quinta Frontera con la firma de los Tratados Torrijos-Carter que le pusieron punto final a la presencia colonial y a las 14 bases militares.

Hoy, esa prosperidad debe ponerse al servicio 40 % de los panameños más pobres y de extrema pobreza. Generar emprendedores y panameños libres del flagelo de la pobreza. La lucha para eliminar la Sexta Frontera debe ser una prioridad para hacerle Justicia a los verdaderos protagonistas de la Independencia, el Pueblo del arrabal y de los barrios, el panameño rural y patriota.

No más Sexta Frontera. No más engaños con discursos sin contenido. La pandemia crea las condiciones para superar la explotación de clase del neoliberalismo impuesto en este Siglo XXI.