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- 24/09/2016 02:02
Las Mercedes en Guararé y la Comarca
Una advocación es la dedicación de un lugar religioso (templo, capilla o altar) a un santo o a la Virgen María. Las advocaciones pueden ser: las de carácter místico, relativas a dones, misterios, actos sobrenaturales, etc., y, las apariciones de la Virgen o de algún santo en algún lugar.
La devoción a la Virgen de Las Mercedes se inició en Cataluña (España) en el siglo XIII (1218). Esta devoción a la Meche (como dicen en Guararé, ciudad de la provincia panameña de Los Santos), se regó pronto por España, Francia e Italia, a partir de aquel siglo XIII, gracias a los misioneros mercedarios. Con la Evangelización de América, se extendió por toda América.
San Pedro Nolasco y Jaime I, rey de Aragón y Cataluña, tuvieron por separado una visión de la Virgen dándose a conocer como La Merced y pidiendo la fundación de la orden religiosa que se dedicara a rescatar pacíficamente a los cautivos cristianos que estaban en poder de los musulmanes.
La Meche en Guararé: Durante el reinado de Carlos V. (1788-1855), el papa mandó a unos mercedarios ecuatorianos de apellido Fajardo a recorrer Centroamérica. El rey les regaló una imagen de Las Mercedes. Al llegar a Panamá desembarcaron por el puerto de Mensabé, en Las Tablas, y permanecían allí. Un día, al viajar hacia La Villa de Los Santos, se encontraron con unas beatas que vivían en Las Lagunitas de Guararé y les regalaron la imagen. Allí, a la orilla de la quebrada El Espino, le hicieron una choza-capilla. Por ser Las Lagunitas una barriada muy pantanosa, la mayoría de sus moradores se trasladó después al lugar donde está hoy la ciudad de Guararé y le edificaron a la Meche una capilla de quincha donde actualmente está la iglesia.
Un campesino pobre estaba quemando un potrero en la barriada El Espavé y la candela se pasó al potrero de un señor rico que amenazó al pobre con obligarlo a pagarle ‘daños y perjuicios '. El señor pobre invocó a la Virgen y se formó un remolino que apagó la candela. Fue el primer milagro de La Meche en Guararé.
Las Mercedes en la Comarca Ngäbe-Bugle: Un 22 de septiembre de 1962, Jesucristo y la Virgen María se le aparecieron a la joven señora Besigó Kruningrobu (Besigó de Boca de Balsa), cuyo nombre legal era Delia Bejerano de Atencio, cerca de Soloy (por eso existe hoy un distrito comarcal llamado Besigó). Jesucristo y María llegaron en un aparato parecido a una motocicleta, bajo una tormenta matinal, pero sus vestidos no se mojaban, el agua les escurría como sucede en el plumaje de los palmípedos. María vestía una bata subrure (amarilla) y Jesús una bata morada y calzados plateados. La fecha (20 de septiembre) y la bata amarilla (como la imagen de la patrona de Guararé) no nos deja lugar a dudas de que se trató de la Virgen de Las Mercedes.
La pareja celestial entró al rancho de Besigó y se acomodó en el jorón, el cual quedó convertido en una confortable cama, y en cuestión de una hora (de 11:00 a.m. a 12:00 m.), el que dijo ser Jesucristo le dio un mensaje divino a Besigó para q ue lo predicara a su pueblo.
Desde entonces comenzó una nueva religión a congregar fieles indígenas con cantos y alabanzas a Jesucristo y a la Virgen María (esta narración la tomamos de una entrevista que realizamos a principios de los años 90 al cacique d e Mama-Tata Owoyo Kiabu (Pedro Rodríguez) y a la predicadora, Florinda Montezuma (q. e. p. d.).
EDUCADOR
FUENTES: AMBROCIO ‘BOCHO ' PÉREZ ESPINO, PEDRO RODRÍGUEZ Y FLORINDA MONTEZUMA.