Gracias, presidente Mulino

Hace una década, cuatro mujeres integrantes de la Asociación de Sobrevivientes de Cáncer viajamos desde el Parque de Cervantes, en David, hasta la calurosa ciudad de Puerto Armuelles, con baches y sobresaltos incluidos. No íbamos de paseo; fuimos invitadas por el entonces legislador Samir Gozaine, quien nos había conseguido una cortesía de sala con el entonces presidente de la República de Panamá, Juan Carlos Varela, quien estaría reunido con gente del área. Como presidenta de la asociación, redacté un informe sustancial de todas las dolencias administrativas que se sumaban a las dolencias físicas por las que atravesamos los pacientes de cáncer que vivimos del otro lado del puente de las Américas, sobre todo los de Bocas del Toro, Veraguas y Chiriquí.

Fueron muchas horas de espera y, de regalo adicional al viaje que habíamos hecho, se desató un aguacero con un fuerte viento que corría por todos lados de la carpa que tenían para alojar a los invitados. Cada quien se quejaba y le daba respuesta al clamor, y así fue escampando, y las corrientes de agua debajo de los pies eran más rápidas que el tiempo que pasaba.

Hasta que al fin, sin haber comido nada porque no había dónde comprar y si hubiera habido, hubiéramos perdido la oportunidad de hablar, ayunamos por el bien de la misión. El Sr. Varela escuchó atentamente y giró instrucciones. Terminé mi exposición, le entregué copia del documento que había llevado con datos actualizados y se mostró, en apariencia, muy preocupado por lo escuchado.

De las cosas que dijo, quedó claro que se mejoraría el trato a los pacientes en el hotel, alimentos y pasajes vía terrestre y aéreos. Como un conejo salido de la chistera del mago... el anuncio y su compromiso de que el hospital de Bugaba iba a terminarse para los pacientes de cáncer.

En ese momento, me olvidé del hambre y todas las incomodidades sufridas. Habíamos logrado algo positivo para nuestros congéneres. ¡Qué alegría sentimos Nereida de Arauz, constituyente; la Dra. Isabel Abad, q.e.p.d.; la Lic. Oris de Benítez y yo por tener la palabra del presidente de la República, que no es cualquier cosa!

En ese momento, jamás pensé que la palabra de un hombre y presidente de una República fuera tan falsa como su sombra. Presidente Mulino, soy tan chiricana como usted y, aunque no le di mi voto, deseo públicamente agradecerle todos los esfuerzos que haga para devolverle la esperanza a muchas personas que ansían tener un lugar digno y equipado para aliviar sus dolencias. Siempre he dicho que todo es cuestión de voluntad. Decir en su visita por la provincia de Chiriquí, en su patria chica, que el hospital de Bugaba va y será inaugurado en el año 2025 suscitó en muchos coterráneos una inmensa alegría, porque su anuncio le ha devuelto la confianza a muchos chiricanos y bocatoreños. ¡Muchas gracias!