• 26/09/2017 02:00

Donaire y esplendor: ganar-perder

 Felicitaciones a Arturo Montenegro, guionista y director.

Me llevaron a ver la película panameña, del amigo Arturo Montenegro, ‘Donaire y esplendor', en una sala comercial y resultó ser TREMENDA sorpresa POSITIVA, con actores panameños y actrices de carrera internacionales, como Gaby Gnazzo, panameña; Lupita Ferrer, mexicana y Lorna Cepeda colombiana; logrando un largometraje con un guión extraordinario, así como brillante dirección; casi un documento antropológico y sociológico de las rivalidades, competencia irracional que se transmite de generación en generación entre las (tunas) comparsas de Calle Arriba y Calle Abajo de los Carnavales en la ciudad de Las Tablas. Una película imperdible, muy bien hecha y divertidísima, dentro de lo patético de las actitudes de ambos bandos, en sus esfuerzos por avergonzar y demeritar al otro. Una joya sobre las pasiones comunitarias, bajas o sanas, en esta legendaria pelea de reinados carnestoléndicos, la cual volvería a ver. Felicitaciones a Arturo Montenegro, guionista y director.

Como marco de referencia, me quiero referir a la Técnica de Mediación de Conflictos: GANAR-GANAR, en la cual dos partes en pugna tratan de entender el punto de vista del oponente; están dispuestos a ceder algunas posturas y aceptar que los contrarios también ‘ganen' algunos puntos, sobre sus necesidades y la visión del problema; reconociendo sus fortalezas y bondades. Ambos ganan no totalmente, pero se protege la relación del odio y los rencores, en forma edificante.

Cuando se actúa imponiendo todo lo que una parte quiere y abate a la otra, impidiéndole que gane en ningún aspecto, la parte triunfadora aparentemente ganó. Sin embargo, el enojo, resentimiento, humillación del que perdió es cultivo para una relación destructiva y un rencor permanente (a veces antesala de venganzas). Inmediatamente ese aparente ganar-perder, se convierte en perder-perder, pues se declara la guerra mutua, por todos los medios posibles: infundios, calumnias, glosas periodísticas y redes sociales anónimas ; los bajos instintos, la revancha, la envidia y furiosa frustración; opera con nuestra parte del cerebro reptiliano (la partecita que nos queda de cuando éramos animales salvajes) con solo dos instintos: ataque y huida. Cero mediación, total falta de empatía, nula aceptación de las verdades y derechos ajenos; guerra y destrucción; (como la amenaza actual a nuestro planeta y a nuestro querido país).

En el diario vivir, los automovilistas de nuestra ciudad, nuestros dirigentes políticos, nuestras instituciones y familias, estamos en un límite de desconsideración cada vez más alto; por los otros, rayando en el irrespeto y ausencia de decoro. Si no se refuerzan las campañas educativas, para convivencia pacífica y el respeto de unos y otros por sus ideas y necesidades Ganar-Ganar; ante los conflictos seguiremos atropellándonos unos a otros, física y emocionalmente, envueltos en la destructividad de Perder-Perder. En las escuelas primarias de Japón, se enseña la Mediación Ganar-Ganar.

PSICÓLOGO, ESCRITOR Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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