• 14/06/2024 23:00

Feliz Día del Padre, mamá

[...] siempre habrá un grupo de hombres que se desvelan por el bienestar del hogar y de sus vástagos, haciendo honor a este sacro privilegio de ser la cabeza de la familia a través de la procreación, custodia y manutención de un hijo [...]

Mañana se celebra años tras año, el Día del Padre en Panamá, homenajeando de esta manera al jefe de la familia. Lamentablemente esta fecha ha ido decayendo, a tal punto que pareciera que, en un futuro no muy lejano se estaría anulando del almanaque de festividades conmemorativas, por el hecho de que dicho personaje en los últimos tiempos se ha tornado irresponsable con la custodia y crianza de sus propios hijos.

En la mayoría de los hogares panameños, especialmente en los de estratos sociales humildes, la figura paterna ha desaparecido del contexto familiar. Dadas estas circunstancias, surge la necesidad de que la madre asuma la custodia y crianza de la familia, este o no preparada. La mujer tendrá que hacerle frente a la irresponsabilidad de una cultura machista, permisible a la violación de un compromiso con su familia, con Dios y con la patria. Pareciera que nos abocamos a la retrógrada devaluación del género.

Madre y padre, a la vez, es el habitual rol asumido por las mujeres de nuestra sociedad, que por salir a buscar el pan de cada día y cuidar su hogar, descuidan por falta de tiempo y tacto el control para una verdadera formación de sus hijos. Esto se verá reflejado en muy poco tiempo - en la mayoría de los casos - en el comportamiento y conducta de la juventud que hoy tenemos; poniendo en dudas, el futuro como cimiento de un núcleo familiar con valores.

En nuestra sociedad está coincidiendo una diversidad de factores foráneos que han influido en la pérdida de la dimensión de los valores, incluyendo la necesidad de una mejor aplicación del patrón jurídico - legal de familia; en donde la planificación familiar desde la procreación de un nuevo ciudadano, sea valorada como un tema de Estado. De aquí, la perspectiva de país que pretendemos para enfrentar los retos socio-culturales de un país en pleno goce del proceso de crecimiento y desarrollo. De lo contrario, por más esfuerzo que se haga, seguiremos inmerso en el subdesarrollo de siempre.

Si existen dudas de lo antes expuesto, solo basta con visitar los lugares donde todavía promueven artículos en conmemoración a la fecha y demás manifestaciones de cariño y estímulo. Verán el transcurrir del domingo como cualquier otro del calendario. Tanta es la irresponsabilidad de un grupo de padres para con sus hijos, que muchos tendremos que felicitar y halagar es a nuestra mamá, que ha sido la que ha dado todo y a pesar de las vicisitudes del difícil peregrinar, ella siempre sacará tiempo para darnos una caricia y un beso, en medio de una permanente manifestación de amor sincero.

A pesar de tanta desidia, siempre habrá un grupo de hombres que se desvelan por el bienestar del hogar y de sus vástagos, haciendo honor a este sacro privilegio de ser la cabeza de la familia a través de la procreación, custodia y manutención de un hijo, hasta convertirlo en un ser independiente. Ojalá estas líneas encajen en el suspiro de la reflexión, antes que en el susurro de la soledad pasen la factura del desprecio. Preferible elevar una plegaria al Todopoderoso, para que derrame sobre ustedes un cúmulo de dichas y bendiciones.

Terminar así quedaría en mora con mucha gente - que al igual que yo - nunca conocieron a un papá y fueron sus madres y abuelas las que hicieron esa compleja tarea. Para estas mujeres (incluyendo a mi mamá Débora allá en el cielo), mi tributo. Benditas entre todas, de ustedes será sin regateo la magia divina que nos guía por siempre, para moldear nuestro accionar de hombres de bien. Hoy exhibiremos nuevamente como trofeo de guerra la valentía de traernos a este mundo y criarnos solas. Feliz día del padre, mamá.

El autor es administrador público y docente
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