El agroturismo, una herramienta sostenible de desarrollo rural

El 6 de octubre de 2021, el presidente Laurentino Cortizo, firmó la Ley N° 240 que regula el agroturismo en Panamá, después de 10 años de intensa lucha con otros gobiernos que consideraban los atractivos rurales como el arrabal del turismo, y que hoy representa silenciosamente un ejemplo para el resto de Iberoamérica, siendo Panamá pionero en la región.

La pandemia, transformó en el mundo entero la forma de hacer turismo, y creció el interés hacia destinos naturales, rurales, espacios abiertos, hacia el interior de los territorios para redescubrirlos.

Tipologías turísticas como el agroturismo, ecoturismo, turismo cultural y folclórico con sus diversas actividades en espacios naturales, rurales y con prácticas tradicionales, ancestrales y gastronómicas, se convirtieron en la cereza del pastel del turismo en forma general.

La ley de agroturismo vino a llenar de esperanza las comunidades rurales, campesinas, indígenas, de montañas y a tantos pueblos del país interior, por su desarrollo más integrador, que reactiva las economías locales, es participativo, visibiliza el rol de las mujeres, crea emprendedurismo a los más jóvenes, se valorizan los saberes de los adultos mayores, a los artesanos, agricultores, y a todos los actores locales, impactando directamente las comunidades, más allá del turismo urbano, compras, negocios o de sol y playa.

Lo rural hoy se convierte en parte del desarrollo integral del país, volcado el agroturismo para combatir la sexta frontera, fortalecer la agricultura familiar, la asociatividad, el cooperativismo, los patrimonios vivos, culturales y naturales.

El turismo rural también esta enriquecido por la extraordinaria labor del ministerio de Cultura, programas tan humanizantes como Plan Colmena y de otras instituciones que contribuyen a la oferta turística.