• 26/01/2024 00:00

Educación ambiental para el ecoturismo

La educación ambiental también juega un papel clave en el ecoturismo, ya que puede ayudar a equilibrar los beneficios económicos de los sitios lúdicos con la conservación y el respeto al medio ambiente. La educación ambiental puede ser enfocada tanto a los visitantes de los sitios turísticos, como a la población local y las nuevas generaciones. Para los visitantes, la educación ambiental puede inspirarlos a tomar medidas concretas o tangibles hacia la conservación del medio ambiente. Para la población local, la educación ambiental puede orientar con efectividad cómo usar sabiamente los recursos de la naturaleza que le rodean, de manera sostenible y cómo transmitir conocimientos sobre estos recursos a los visitantes. Para la generación más joven la educación ambiental puede enseñarles la importancia de conservar el medio ambiente y las mejores formas de hacerlo. Crecer con educación ambiental es crecer con cultura ambiental.

No hay dudas que el ecoturismo puede tener un impacto positivo en las comunidades locales al generar fuentes de empleos, negocios y emprendimientos adicionales. También reduce la necesidad de emigrar, especialmente en los jóvenes. Adicionalmente, ofrece oportunidades de ingresos a través de los servicios turísticos que pueden ser muy diversos y la venta de productos locales. Sin embargo, el ecoturismo siempre está amenazado por el turismo comercial masivo que puede sobrecargar los servicios básicos, como la gestión de residuos, al acceso al agua, la degradación ambiental y el control del tráfico, lo que a su vez puede afectar la belleza natural y las formas de vida tradicionales de las comunidades. Todo esto se discute dentro de las estrategias educativas ambientales, ya que las personas deben estar conscientes de las oportunidades, pero también de las amenazas, que los puede dejar no sólo al margen de la actividad económica, si no que pueden perder el recurso, las tierras y el modo sencillo de vida de muchas comunidades.

Un buen programa de educación ambiental no debe ser abstracto sólo para el aula, si no que debe tocar a cada actor con el cual queramos influir en formación y concienciación acerca del desarrollo sostenible y la conservación de la naturaleza, considerando todos los aspectos sociales necesarios, los principios éticos ineludibles, los aspectos económicos de interés general y de la comunidad, la dimensión estética, los dilemas políticos, culturales y espirituales de la comunidad meta. En resumen la educación ambiental debe tocar la fibra de todos los actores con los métodos conocidos de educación ambiental formal, no formal, informal y comunitaria.

Es necesario dejar de hablar de educación ambiental y hacerla efectiva y puede ser temática, en este caso, cómo abordarla para el desarrollo, la promoción y éxito del ecoturismo, considerando que esta actividad requiere de manera inherente el uso, manejo y cuidado de los recursos de la naturaleza para que sea bueno, exitoso y duradero. Cuando el recurso se degrada por el factor que sea, se transforma en turismo de mala calidad y cuando el recurso se pierde completamente es la desolación y el fracaso que nadie desea.

Todos debemos educarnos de manera continua en temas ambientales. Todos debemos aprender a convivir con la madre naturaleza, nunca contra ella. Es por ello que existe el 26 de enero como el Día Mundial de la Educación Ambiental, con la finalidad de recordarnos y envolvernos de manera positiva en la necesidad irrenunciable de proteger el medio ambiente, así como incentivar la participación plena de todos los actores, de todas las edades con el ambiente del cual todos dependemos. Involucrar con prioridad a los niños. Es vital hacer redes y trabajar en actividades locales, provinciales, nacionales, regionales y globales en favor del magnífico planeta que tenemos. Somos ciudadanos de este planeta Tierra y todos dependemos de los recursos que nos provee para estar vivos. No lo olvidemos.

La Ruta de los Primates, en la Península de Burica, es un ejemplo de una iniciativa que se está incubando con la filosofía de educación ambiental a campo abierto y a su vez un modelo de ecoturismo que garantice bienestar social, pero protegiendo la naturaleza, aumentando la biodiversidad, restaurando la naturaleza degradada, custodiando los paisajes, reforestando las ríos y quebradas y protegiendo las especies selectas claves. Una ruta de ecoturismo verdadero es una ruta para la sostenibilidad de la cual es el objetivo más noble a la que todos aspiramos y no es un sueño, es un empeño para lograrlo.

Nunca olvidemos que educación ambiental es clave para la conservación de la biodiversidad y es obligatorio si queremos ser exitosos a mediano plazo en lograr la participación activa de las comunidades locales en los esfuerzos de conservación. El ecoturismo sostenible debe ser la industria sin chimenea más amigable del planeta.

Hagamos educación ambiental, hagamos ecoturismo en las regiones de rica biodiversidad, paisajes y culturas locales.

El autor es profesor de Biología de la Universidad de Panamá
Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones