• 08/11/2020 00:00

La discapacidad y el uso correcto

Sobre el término discapacidad, señala la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, lo siguiente en su preámbulo: “Reconociendo que la discapacidad es un concepto que evoluciona y que resulta de la interacción entre las personas con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad” en igualdad de condiciones con los demás.

Sobre el término discapacidad, señala la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, lo siguiente en su preámbulo: “Reconociendo que la discapacidad es un concepto que evoluciona y que resulta de la interacción entre las personas con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad” en igualdad de condiciones con los demás.

Siguiendo con este preámbulo, también indica: “Reconociendo también” que la discriminación contra cualquier persona, con razón de su discapacidad, constituye una vulneración de la dignidad y el valor inherente del ser humano.

A través de la historia, la discapacidad ha atravesado distintos modelos; en la antigüedad, se creía que este grupo de personas era poseído por el demonio y, como no servía para la guerra, era lanzando a los precipicios y abismos, o sea, era una especie de selección del ser humano.

Luego, a las personas con discapacidad se le inclaustraba en conventos y monasterios, en este sentido cabe señalar que figuras como Cicerón y Dídimo de Alejandría fueron preparados en la oratoria por personas ciegas.

Luego pasamos al modelo asistencial, donde las personas con discapacidad inspiraban sentimientos de lástima y compasión, y vivían a merced de la caridad pública.

A finales del siglo XIX, el modelo es rehabilitatorio y médico. Las personas con discapacidad eran objeto de un dictamen médico, y se les sometía a tratamientos de rehabilitación. Este modelo lo podemos comprobar en nuestro país cuando se creó el IPHE, ya que su departamento de enseñanza era dirigido por médicos.

Durante la década del 70 del siglo pasado, y como consecuencia de la Declaración de los Derechos de los Impedidos, aprobada por Naciones Unidas (1975), se organizó un movimiento internacional integrado por personas con discapacidad y uno se sus logros fue la realización del Primer Congreso Mundial de Impedidos (diciembre 1981).

Las Naciones Unidas eleva una propuesta al congreso que trajo como resultado la creación de la Organización Mundial de las Personas Impedidas, por lo que este período se ha reconocido como la Década de los Impedidos (1983-1992).

Fue tan grande la presión internacional, la OMPI, que se logró que Naciones Unidas, en el 2006, aprobara la convención de las personas con discapacidad, y el 30 de marzo del 2007 se abrió a la firma de los Estados parte en esta fecha, y entró en vigor el 3 de mayo de 2008.

En esta norma jurídica internacional se define el término discapacidad como al inicio de este artículo lo indicamos.

El término correcto que se debe utilizar es “persona con discapacidad,” al utilizar el sustantivo persona, y nos referimos a todo ser humano que es titular de derecho, o sea, que somos dueños de cada derecho humano y esto es sumamente importante, saber utilizar la frase “persona con discapacidad”, ya que somos titulares de derecho y no sujeto de derecho, esta última cita nos señala que al sujeto se le deben reconocer los derechos, y, de no ser así, perderíamos la condición de seres humanos, ya que la sociedad tendría que reconocer nuestros derechos, crear conciencia de que también somos creados por el mismo Dios y somos parte de la sociedad.

No somos personas discapacitadas, con discapacidades diferentes o especiales, estos términos crean una desigualdad y discriminación.

La discapacidad la impone realmente la sociedad, al establecer barreras físicas y, sobre todo, de actitud, que cada uno de sus miembros muestra hacia cada uno de nosotros.

Hacemos el llamado a los comunicadores sociales, sacerdotes, docentes, y otros sectores de la sociedad, que a menudo escuchamos que mencionan la palabra discapacitado, y de esa forma nos sacan del contexto de personas con derechos humanos.

Nos ha costado una cuota de gran sacrificio, a través de la etapa de la humanidad, llegar al reconocimiento de que somos titulares de derechos, y merecemos nuestro espacio en la sociedad, con respeto y rompiendo múltiples barreras de discriminación y desigualdad.

Panamá, como Estado parte, integró al orden jurídico interno esta convención, mediante la Ley 25 del 10 de julio de 2007, desde ese mismo momento estamos luchando por nuestra inclusión y solicitamos su valiosa contribución en utilizar el término correcto, “persona con discapacidad”, para no ser excluidos de la sociedad y de los derechos que tenemos cada uno de los seres humanos con discapacidad integrantes de la misma sociedad a la que usted pertenece.

Recuerden: “persona con discapacidad”.

Abogado
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