• 22/08/2024 23:00

Dictadura pierde elecciones y se aferra al poder en Venezuela

Las trampas, los obstáculos, los desmanes de todo tipo cometidos contra el triunfo de la oposición han enervado de tal manera al grueso del valiente pueblo venezolano que han preferido enfrentar en las calles a los militares, policías y rufianes de la dictadura [...]

La actual situación en la Venezuela chavista lleva 25 años de inadmisible dictadura en perjuicio de millones de ciudadanos que rechazan la falta de libertades cívicas, so pretexto de que se les imponga lo peor del llamado socialismo del siglo XXI. Como es sabido, en el exilio hay aproximadamente ocho millones y medio de desterrados venezolanos. Pero sucede que en las pasadas elecciones el pueblo mayoritariamente vetó semejante disparate en aras de al fin mejorar su condición social.

Como es natural, cualquier ciudadano de bien rechaza la forma burda y despótica en que le fueron robadas las elecciones a una inmensa mayoría, que ganó con un 67% de los votos. Hasta una parte de la actual izquierda latinoamericana ha tenido reparos ante el descarado fraude cometido a mansalva por su camarada venezolano (dicen las malas lenguas que en realidad nació en Colombia). Sobre todo los presidentes de Colombia, Brasil y México se han pronunciado preocupados por el obsceno descaro de Maduro, sin llamarlo abiertamente por su nombre.

En este sentido, es admirable la posición vertical del presidente socialista de Chile Gabriel Boric, democráticamente electo en su país en 2022, en cuanto a considerar que en Venezuela lo que se ha dado es un burdo fraude. Si todas las izquierdas gobernantes se manejaran con la honesta equidad del joven mandatario chileno tendríamos un mundo mucho más equilibrado, menos demencial.

Las trampas, los obstáculos, los desmanes de todo tipo cometidos contra el triunfo de la oposición han enervado de tal manera al grueso del valiente pueblo venezolano que han preferido enfrentar en las calles a los militares, policías y rufianes de la dictadura, que guardar un prudente silencio. Para ellos solo ha habido persecución, cárcel y hasta el momento 22 muertos. Su valentía es ejemplo de la dignidad de un pueblo humillado.

Y es que el sábado 17 de agosto pasado multitudinarias manifestaciones colmaron calles y plazas en más de 300 ciudades del mundo (entre ellas Madrid, Bogotá, Lima, ciudad de México, Toronto, Santo Domingo, Londres, Buenos Aires, Santiago de Chile, y ciudad de Panamá), que amanecieron saturadas de venezolanos desterrados que protestaban entre gritos y lágrimas añorando justicia en su país para poder regresar sin ser perseguidos.

Es notoria la valentía y el liderazgo demostrado una vez más por María Corina Machado, a quien el dictador Maduro no se ha atrevido a tocar, si bien legalmente se las ingenió para que ella no pudiera postularse a la presidencia de su país en las recientes elecciones. Por alguna razón sería. Y aun así triunfó la oposición mediante la figura mucho menos conocida de Edmundo González Urrutia. Las cárceles están saturadas de manifestantes de todas las edades cuyo único delito ha sido protestar pacíficamente en las calles, incluidos numerosos ancianos y menores.

Obviamente, la actual situación no puede permanecer así indefinidamente. La gente honesta, humillada, reprimida, no se va a quedar tranquila. Y es sabido que Maduro, Diosdado Cabello y la plana mayor de los militares corruptos tienen fortunas en otros países, que eventualmente podrían perder en la medida en que los Estados Unidos meta las narices como siempre, y revele la información bancaria que tiene al respecto. Y aunque Rusia, China, Nicaragua y algunos países árabes han penetrado las principales infraestructuras venezolanas en beneficio propio so pretexto de la solidaridad ideológica, más que un enfrentamiento armado con los gringos es mucho más probable que se dé una implosión causada por el propio pueblo venezolano.

Más le valdría a Maduro, al igual que al dictador Ortega en Nicaragua y al régimen cubano, no olvidar que nada es eterno. Un poco de historia no hace daño, más bien ayuda a no perder la esperanza de tiempos mejores. En ese sentido, es obligado tener presente el derrumbe de la Unión Soviética. Recordemos que la URSS era un inmenso, pero apócrifo estado que existió entre 1922 y 1991, formado por 15 repúblicas de ideología comunista obligada. La URSS se extendía por Europa del Este y Asia del Norte (Eurasia) y llegó a ocupar un sexto del territorio del mundo. La fecha histórica en que deja de existir fue diciembre de 1991, propiciando que cada uno de esos países recobrara su autonomía.

Recordemos también que la URSS había nacido de la revolución comunista rusa de 1917 y que fue oficializada en diciembre de 1922 por Lenin, quien consolidó el dominio del Partido Comunista en toda la Rusia zarista. Estuvo integrada, además de por la propia Rusia, por: Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Moldavia, Turkmenistán, Tayikistán, Georgia, Armenia, Azerbaiyán, Lituania, Letonia, Estonia y Uzbekistán, países hoy soberanos. La URSS también se anexó más adelante a otros países que hoy son libres: Bulgaria, Hungría, Polonia, Checoeslovaquia, Albania y Alemania Oriental.

Toda mi solidaridad para los venezolanos hoy radicados en Panamá, sobre todo a mis amigos escritores.

El autor es profesor universitario jubilado, promotor cultural y editor
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