• 14/09/2024 00:00

Desafíos y oportunidades del turismo sostenible en las áreas naturales protegidas de Panamá

La idea que motivó la creación de áreas naturales protegidas en el planeta surgió con enfoque netamente recreativo: para el “placer y disfrute del pueblo”; un lugar por y para las personas, según el primer plan de manejo del Parque Nacional Yellowstone, fundado en 1872.

La historia de las áreas protegidas en Panamá se remonta a 1918, con la creación del “Colmón de las Macaracas”, en la provincia de Los Santos. Desde entonces, nuestro país ha sido testigo de un creciente interés en la preservación de estos santuarios naturales. El Parque Nacional “Altos de Campana”, creado en 1966, marcó otro hito importante en estos avances hacia la conservación.

El turismo en áreas naturales protegidas se ha convertido, con el tiempo, en una gran actividad económica que promueve la conservación de la naturaleza y el desarrollo de las comunidades aledañas que estén bajo un modelo de sostenibilidad; creando empleos relacionados con el ecoturismo, manteniendo los servicios ecosistémicos como generación de agua, purificación del aire, esparcimiento y difusión de valores ambientales en la conciencia social.

La gran riqueza en biodiversidad de nuestro istmo ofrece potencialidad para que el turismo sea una actividad sostenible, que contribuya con el desarrollo y mejoramiento de las áreas naturales protegidas y las comunidades del país. No obstante, existen desafíos que deben ser abordados por los diferentes actores que influyen en la gobernanza de un área protegida.

Estos desafíos están ligados a problemáticas relacionadas con la gestión turística, normativas desactualizadas, la deficiente infraestructura, la inadecuada atención de las comunidades anfitrionas, la falta de generación de recursos económicos y la atracción de visitantes nacionales e internacionales en comparación con otros países de la región.

En este contexto, el turismo siendo un catalizador de la economía panameña puede contribuir con mucha fortaleza al desarrollo sostenible. Éste se puede entender como actividades turísticas que no afectan de manera significativa al medio ambiente y que cumple con todas las recomendaciones de sostenibilidad y con acciones específicas para resolver problemas en las tres dimensiones: económicas, socioculturales y ambientales.

Teniendo en cuenta el enorme potencial de las áreas protegidas del país, es el mejor momento para incorporar la agenda de sostenibilidad a nivel institucional que lleve a hacer las acciones que se deben ejercer en el presente, en el manejo y uso público de las áreas protegidas que no sólo satisfaga las necesidades de la población y visitantes, sino de las presentes y futuras generaciones.

Por todos los beneficios que nos brindan las áreas naturales protegidas se hace necesario accionar, priorizando la solución de problemas y establecer la sinergia que se requiere para lograr que el turismo sostenible exista en Panamá, es todo un reto por las limitaciones que se enfrentan; pero sólo si lideramos las acciones de sostenibilidad podremos vislumbrar cambios y el desarrollo que tanto anhelamos para nuestras comunidades y áreas naturales protegidas.

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