• 23/03/2023 00:00

Desafío: la informalidad

“[...] el recorrido del dinero aportado a las arcas nacionales o subnacionales debe conocerse formalmente como medio disruptivo para que se genere la CONFIANZA que opacará la alta informalidad”

Gracias a las cifras oficiales, se dispone del alto porcentaje de informalidad que existe en el país y también los conceptos sobre las diferentes clases de empleos.

Por razones de espacio nos limitaremos a las conceptualizaciones teóricas, pero también a las causas de la informalidad que Panamá lucha por mitigar.

Aun cuando se entiende que se debe estar en “regla”, es indiscutible el conjunto de normas; al respecto, la UNIVERSIDAD CONTINENTAL le atribuye a Hernando de Soto, lo siguiente:

“La informalidad peruana es el resultado de una vigilancia “ex ante” (previa) que no toma en consideración la capacidad que tienen los peruanos para cumplir con los procedimientos. Antes de empezar a desarrollar sus actividades, ya les dicen que no. En otros países, como Estados Unidos, para iniciar una empresa se llenan los documentos requeridos y funciona al día siguiente. El Estado certifica después si se ha cumplido con la ley y, si no, se le sanciona. No crea un obstáculo ´ex ante´, sino que hace un seguimiento ´ex post´”. (https://posgrado.ucontinental.edu.pe/noticias/hernando-de-soto-70-informal-del-peru-es-producto-de-la-formalidad-del-estado).

No podemos continuar atribuyendo nuestra informalidad a la no inscripción en Ampyme por parte de los empresarios de las micros, pequeñas y medianas empresas, incluso Autoridad que para su creación en la Asamblea Nacional concentró la discusión en incluir o no a la mediana empresa.

En la práctica, las políticas públicas no contemplan la velocidad de generar dinero en la informalidad y escapar del umbral del Estado. Por ejemplo, limpiar una casa o un apartamento en 3 horas y cobrar treinta balboas, te ofrece una oportunidad de genera noventa balboas en un día laboral de 9 horas.

Al tiempo que te permite movilizarte sin presión y además con la facilidad de que setenta horas de trabajo en un mes podrías lograr el salario mínimo, sumando aproximadamente es esfuerzo en ocho días del mes aproximadamente.

Lo anterior es solo un ejemplo, pero son innumerables las actividades que generan ingresos y gastos entre las familias, pero que nadie desea formalizar porque consideran que, si se ponen a disposición del Estado, no siempre serán beneficiados individualmente. Y es esta el principal desafío: “si me formalizo, el Estado me alcanza individualmente, pero la transferencia de vuelta es colectiva y no así individual”.

El razonamiento colectivo puede llevar a contemplar al ámbito público como su enemigo, pero no lo llevará a considerarlo un aliado, y más al percibir que su obligación es desarrollar e implementar las políticas públicas correspondientes. Pero ¿por qué se repite este ciclo? Y es que sin metodologías ni pragmatismo para entender las realidades cotidianas, no habrá paso a soluciones requeridas, ya sean estas individuales o colectivas.

Puedo señalar de manera sencilla que es la individualidad abrumadora y la distancia entre el ciudadano y el ámbito público lo que provoca a través de la informalidad lo que Oppenheimer uso para uno de sus títulos: SÁLVESE QUIEN PUEDA.

Concluyo insistiendo en que el recorrido del dinero aportado a las arcas nacionales o subnacionales debe conocerse formalmente como medio disruptivo para que se genere la CONFIANZA que opacará la alta informalidad.

Economista
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