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- 10/07/2020 00:00
Debemos derrotar al coronavirus
Desde que se declaró la cuarentena por COVID-19 en nuestro país, hemos visto los grandes sacrificios sufridos por la población en general, en especial por los grupos más vulnerables, para hacer frente a la terrible pandemia.
¿Cómo podemos los seres humanos sobreponernos a todas las situaciones que nos afectan tan profundamente, con grandes dosis de dolor, sufrimiento y desesperanza producidas a tantos familiares, amigos, compañeros y desconocidos, por el impacto del terrible coronavirus, que ha segado ya la vida de varios cientos de panameños y muchos miles en el mundo? Todos hemos tenido que echar mano de grandes dosis de energía emocional y de creatividad como medio para no sucumbir.
Los cambios en las formas de vida que teníamos hace cuatro meses atrás, han llevado a los ciudadanos a encontrar nuevas formas de relacionarse, de trabajar, de reinventar los negocios y de convivir, por solo citar los más relevantes. Ciertamente, las circunstancias y dificultades llevan a las personas a desplegar fortalezas y grandes recursos desde el fondo de su ser, eso que los especialistas llaman resiliencia; que estaban latentes y eran desconocidos hasta este instante, para enfrentar los riesgos y amenazas que sufrimos ante una pandemia que acosa y ataca a nuestro organismo de una manera tan letal.
La resiliencia enfatiza las capacidades de las personas para adaptarse a los cambios, la capacidad de aprender, la creatividad, la orientación hacia el futuro, las fortalezas y oportunidades, más que los peligros y las debilidades.
Todos tenemos la capacidad de resistir graves circunstancias para sobrevivir ante la posibilidad de las enfermedades o de las afectaciones de una pandemia. La necesidad de pervivir obliga al ser humano a salvaguardar su vida e integridad ante las amenazas y salir delante de manera triunfante. Para ello, es necesario sobreponerse al dolor, a las dificultades. A pesar del miedo, a arriesgarse sin exponer su vida y la de sus familiares por el incumplimiento de las estipulaciones de las autoridades de salud. Es la forma de derrotar, en medio de la experiencia, a una pandemia tan dramática como la que enfrentamos.
Ello implica la realización de grandes tareas de reorganización familiar y personal. Implica, además, el aprovechamiento de las facilidades que las autoridades nos ofrecen, sin abuso, sin jugar vivo; con aquellas características con las que reconstruimos nuestro país luego de una terrible invasión y sufrimientos hace ya más de 30 años. Eso lo logramos los panameños a pesar de las dificultades y amenazas, de manera positiva, con la experiencia para acometer este nuevo reto de supervivencia. Hemos sido capaces de superar muchas crisis políticas, económicas y sociales, de las cuales hemos salido triunfantes y unidos.
Debemos promover e iniciar nuevos procesos de reorganización personal y social, que conduzcan a la apertura a las nuevas oportunidades para derrotar a la pandemia y sus terribles consecuencias.
Estos momentos que vivimos como país deben servirnos para hacer conciencia del rol importante que jugamos como parte del sistema social en el que actuamos. Al cuidarnos, protegemos a nuestras familias y ayudamos a reducir el número de contagios en esta pandemia. La difícil realidad económica que enfrentamos, el grado de incertidumbre y la pérdida de empleos, empresas, bienes y salud, agregan un peso adicional a la crisis prevaleciente, que procuramos superar.
La adecuada participación del Gobierno, basada en aspectos claves como la transparencia, equidad, honestidad y eficiencia son fundamentales para mitigar o disminuir los efectos adversos de la recesión económica ya evidente y cuyos efectos veremos por muchos meses más, hasta lograr equilibrar las finanzas o al menos mantener un nivel aceptable de desarrollo económico y social. Ello daría seguridad a los ciudadanos y mejoraría la percepción de la gestión gubernamental que ha tenido que enfrentar un evento sin precedentes en la historia republicana.
Debemos garantizar no sucumbir ante este nuevo reto que la historia nos impone. Debemos superar todo el dolor y pérdida de vidas que está sufriendo nuestro país en el marco de la comunidad internacional. Que ello sea aprovechado para generar nuevos objetivos nacionales, estrategias y acciones para alcanzarlos, basados en el buen Gobierno, liderazgos, autoestima colectiva, cumplimiento de la ley, integridad de nuestras autoridades como estímulo contra la corrupción heredada de varios años de desgaste gubernamental.
Con la solidaridad que está promoviendo el Gobierno nacional, a través de sus instituciones y la sociedad civil, podemos superar la pandemia de la COVID-19 y caminar unidos a nuestro destino de desarrollo económico y social. Así sea.