¿Por qué conmemoramos hoy el Día del Radioaficionado Panameño?

El 3 de octubre de 1934 no se puede olvidar. Es una fecha importante en el rumbo histórico de toda la radiocomunicación panameña. Fue el día en que se selló de manera oficial el fin de una época de humillación y de coacción moral, y la fecha en que se imprimió el acta de nacimiento de la libertad de las comunicaciones por radio en la República de Panamá al dictarse la Ley 12 de 3 de octubre de 1934 por la cual se ordenó el establecimiento de estaciones radiotelegráficas y radiodifusoras en la República de Panamá. El resto es historia...

Cuatro años antes, el 29 de diciembre de 1930, pocas horas antes del primer levantamiento armado en la historia de Panamá, el presidente Florencio Harmodio Arosemena había derogado el desfavorable decreto por el cual la República de Panamá otorgaba a los Estados Unidos de América el control permanente y completo sobre las comunicaciones inalámbricas en el territorio panameño. Pero, a pesar de ello, aun en 1934 el Departamento de Marina de Estados Unidos continuaba presionando a Panamá oponiéndose a las instalaciones de cualquier tipo de estaciones de radio en su territorio, aduciendo que estas afectarían la seguridad del Canal de Panamá y que habrían de causar embarazo e interferencias a las estaciones que entonces operaban los Estados Unidos en Panamá. A todo esto, para Panamá, no obstante haberse librado del infame decreto, el problema aún estaba sin solucionar por la interpretación que los Estados Unidos daba a las cláusulas del Tratado del Canal. El gobierno del Dr. Harmodio Arias Madrid se enfrentaba al dilema de escoger entre la obligatoriedad embarazosa que imponía la poderosa potencia americana según la tesis del Tratado de 1903, o respaldar con vigor la soberanía panameña que exigía ejercer el derecho de Panamá de gozar de las radiocomunicaciones las cuales se desarrollaban con rapidez en el mundo entero.

Siguiendo su instinto de connotado estadista, el Dr. Harmodio Arias viajó a Washington para discutir un acuerdo que permitiese reparar notorias injusticias del Tratado de 1903 y dejar en claro el derecho soberano de la nación panameña de poder aprovechar los beneficios de las comunicaciones inalámbricas. El resultado constituyó un gran triunfo político para la República de Panamá, se abrieron definitivamente las puertas para que Panamá reafirmara su soberanía y el 3 de octubre de 1934, mediante la Ley 12 de esa fecha, se ordenó la instalación de las radiodifusoras y estaciones de comunicación radiotelegráfica que fomentarían el desarrollo económico y cultural de la República de Panamá, ejerciendo de plano el derecho que se le había conculcado a nuestra nación casi desde su nacimiento.

Por ello, aunque rutinariamente los radioaficionados del mundo entero celebran en otro momento un Día Mundial del Radioaficionado, para el sector de la radiocomunicación de Panamá y para los radioaficionados panameños el 3 de octubre representa una fecha que no se puede olvidar, digna de ser recordada por nosotros siempre con especial reflexión y regocijo.