• 02/10/2008 02:00

Ser congo no es sinónimo de tonto

La campaña iniciada desde la ciudad capital, por parte de varias personas a través de una emisora de radio, en donde hacen ver que el pu...

La campaña iniciada desde la ciudad capital, por parte de varias personas a través de una emisora de radio, en donde hacen ver que el pueblo cansado de tantas injusticias y de la falta de respuestas lo debe expresar a través de la compra de una camiseta con el lema “Yo no soy congo”, ha provocado que diversos sectores de la comunidad étnica negroide de nuestro país, y sobre todo de nuestra provincia de Colón, levanten su voz de protesta ante la utilización incongruente de un término que identifica la figura folclórica y rebelde de los descendientes de los esclavos africanos.

Sin lugar a dudas si nos vamos a circunscribir al término “congo” desde la perspectiva de estas personas, nos encontraremos que entre los panameñismos existentes también vamos a ver similitud en términos como “cholos” o “montunos”, que también pudiesen ser utilizados para identificar a personas tontas, pendejas, incultas y que provienen de nuestra campiña.

¿Por qué no se utilizó “Yo no soy cholo”?

Estoy casi seguro de que esto les hubiese causado graves consecuencias a los promotores de esta campaña, ya que “cholo” o “montuno” no es sinónimo de tonto, cobarde, pendejo o pusilánime, como tampoco lo es congo.

Pues esta figura de nuestro folclor negroide, representa todo lo contrario de lo que quienes idearon esta campaña pretenden hacernos ver.

El negro congo es pícaro, vivaz, enérgico y burlón, su baile y expresión surge como una forma de rebelarse y burlarse de sus amos blancos, por lo que lejos está el poder presentarlos como lo que pretenden impulsar con esta campaña, una persona que es incapaz de defender sus derechos ante los abusadores.

Hoy, cuando en prácticamente todo el mundo se están agotando las expresiones racistas y cuando nuestra Nación panameña empieza a reconocer el valor de nuestra negritud, dedicando el mes de mayo a la etnia negra o enseñando a nuestro niños y niñas el respeto por nuestro folclor, es casi increíble que sean personas de descendencia negroide las que aprovechen la mala utilización de un término del cual debiésemos sentirnos orgullosos.

Lejos estoy de pensar que sea por lucro, lo que más creo es que esto obedece a que no saben lo que es ser congo, bailar congo, ni convivir esta experiencia folclórica de nuestro país o por lo menos lo han dejado de hacer desde hace mucho tiempo.

Apelo a la conciencia de los promotores de esta campaña y me sumo a la defensa que desde ya hacen diversos grupos colonenses al respeto del negro congo, para que suspendan esta campaña y porque a pesar de ser de cabello lacio y de ascendencia del interior de la República, soy cédula 3 y yo sí soy, con mucho orgullo, congo.

Lo Nuevo