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- 05/08/2024 23:00
Comentando a Expediente Abierto sobre Centroamérica y China (II)
Apartemos la maleza y concentrémonos en los aspectos jurídicos y diplomáticos.
Aclaremos que si bien Panamá pertenece geográficamente al istmo centroamericano, también es cierto que somos un país históricamente bolivariano y capital del Congreso Anfictiónico de 1826, por lo cual se le conoce como el “Corinto Bolivariano.”
EA acusa a China de afectar la “gobernanza”. Pero, ¿qué es la gobernanza? Es la manera como se toman decisiones mediante normas y acciones dentro de una organización. Por lo tanto, la gobernanza de un país, así como la corrupción, son asuntos internos que China respeta.
EA acusa a China de abrigar “intereses ocultos” a través de inversiones en “infraestructuras” para lograr ventajas estratégicas.
EA cita un acuerdo entre Sri Lanka y China como un crimen que le arrebata un puerto a la antigua Ceilán, pero no menciona la ayuda multimillonaria de Beijing que convertirá a Sri Lanka en un importante centro logístico de la Ruta de la Seda.
EA considera que China oculta objetivos estratégicos y militares tras las infraestructuras del Canal, aludiendo a la dual naturaleza de los puertos, que pueden ser convertidos en plataformas de ataques.
La verdad sea dicha: China no tiene bases militares en ningún país y jamás ha atacado, colonizado u ocupado a ningún Estado. Su política internacional es de paz y es la mayor defensora del Derecho Internacional.
China, conforme a declaraciones solemnes del presidente Xi Jinping, de visita en Panamá en diciembre de 2018, respeta el Tratado de Neutralidad.
Doy constancia, además, que el presidente Mao Zedong, en respuesta a pregunta nuestra como Asesor del General Omar Torrijos y de su canciller, Juan Antonio Tack, durante la reunión en Panamá del Consejo de Seguridad de la ONU en 1973, manifestó que la neutralidad de los canales internacionales exige que los mismos estén libres de bases militares.
La firma de Taiwán en el Protocolo de Adhesión al Tratado de Neutralidad impide que China lo suscriba.
EA también denuncia que China está practicando una “forma moderna de colonialismo” para saquear los recursos naturales de la región, olvidando que China es enemiga del imperialismo, el expansionismo, el colonialismo y toda forma de opresión a los pueblos.
El estudio afirma que China debilita la democracia, el desarrollo, los derechos humanos, los estándares sociales y ambientales y aumenta la corrupción (sic).
No deja de ser una triste ironía que se demonice a China, el país más importante y ejemplar; el que construye junto a los BRICS un nuevo sistema internacional regido por el DIP; el que más contribuye al cambio climático y al ambiente; el que más aporta a los objetivos de la ONU; el que más apoya desinteresadamente a pueblos en situación de desastre, catástrofes y pestes y el que más duramente castiga la corrupción; en fin, no deja de ser una lamentable ironía, repito, que China sea satanizada en CA.
Se acusa a China de presionar la ruptura con Taiwán, pero esto se deriva del principio de “una sola China”, aceptado mayoritariamente por los miembros de la ONU.
Se acusa a China de prohibir toda crítica al manejo de sus asuntos en Hong Kong, Taiwán, el Tibet y la Región Autónoma del Sinkiang (los Uygures), pero abstenerse de criticarlos es nuestro deber pues son asuntos internos de Beijing.
EA se queja de que los acuerdos con China “no son divulgados al público”, pero ese es un deber de cada país de CA y no de China.
Se acusa a China de promover narrativas edulcoradas y “potencialmente subversivas” para favorecer sus objetivos estratégicos a través de CGTN y Xinhua con el fin de atacar la “libertad de prensa”, la “democracia” y el neoliberalismo.
Yo no he visto nada de esto, aunque sí existe un texto de China que analiza la trayectoria belicosa de EE.UU., con 70 países invadidos, destruidos y saqueados por Washington, incluida Panamá, que fue borrada del mapa como país soberano y reducida a un lastimoso semi protectorado. Pero fue el presidente Jimmy Carter quien declaró que EE.UU. solamente ha tenido dos años de paz en 248 años desde 1776.
Por último, veamos lo que dice EA sobre Panamá.
Citando al profesor Alonso Illueca, este sostiene que Panamá firmó 47 acuerdos con China, la mayoría de los cuales no han sido aprobados por la Asamblea Nacional.
Quizás Illueca tiene razón, ya que yo mismo he señalado esta irregularidad ante acuerdos con EE.UU. que militarizan a Panamá. Estos acuerdos autorizan la presencia militar de EE.UU. a través de los llamados “Forward Operating Locations” y violan el Tratado de Neutralidad.
Sin embargo, corregir esta deficiencia es deber del Gobierno de Panamá y no de China.
EA señala que China le pagó USD143 millones al presidente Juan Carlos Varela por romper relaciones con Taiwán. Pero la embajada de China en Panamá desmintió esa acusación formalmente el 29 de noviembre de 2019.
Debemos ser optimistas en nuestras relaciones con China. Los panameños lo somos. No en vano la comunidad china lleva 169 años de feliz convivencia dentro de nuestra nacionalidad.