• 05/12/2023 13:15

Para atrás, ni para coger impulso

Me solidarizo profundamente con los trabajadores panameños de la mina que hoy enfrentan una cruda realidad y mucha incertidumbre

Hace poco leí el siguiente título de un artículo publicado por una prestigiosa calificadora de riesgo que decía lo siguiente: "Panamá incumplirá su límite de déficit tras dejar sin efecto el contrato minero". A pesar de que esto, en efecto, es una realidad, es importante resaltar que este incumplimiento de déficit y la potencial pérdida de grado de inversión de Panamá no es producto de este evento de forma exclusiva. Es producto de una irresponsable gestión de las finanzas públicas a lo largo de muchos años. La aprobación de este contrato, y el ingreso que conllevaba, adicional a múltiples concesiones de descuento por pronto pago de impuestos futuros implementados, solo iban a maquillar un poco nuestros estados financieros y como decimos popularmente, “pelotear” el problema. No podemos dejar de considerar el hecho de que nuestra deuda pública incremento de $28,556 millones en 2019 a $47,406 millones en 2023 (Variación de +66%), de que nuestra relación deuda / PIB subió de 46.3% al cierre de 2019 a 57.8% al cierre de 2022, de que nuestro déficit fiscal paso de 3.1% en 2019 a 3.93% en 2022 (Vamos a ver como cierra oficialmente 2023), de que en el último quinquenio el presupuesto destinado a subsidios / subvenciones subió de $1,965 millones en 2019 a $2,300 millones en 2022, de que la planilla estatal subió agresivamente de 238,000 funcionarios y un gasto de $350 millones mensuales en 2019 a 256,000 funcionarios y un gasto de $410 millones mensuales en 2023 (+18,000 funcionarios y +$60 millones mensuales), de que tenemos un reto por superar con el Canal de Panamá en materia de agua y de que se viene otro importante reto con la situación del programa de beneficio definido de IVM de la CSS en 2024, entre otros temas. Las cosas como son.

Poniendo eso en perspectiva, considero que es válido lamentar y manifestar gran preocupación sobre la inminente pérdida del grado de inversión y entender el enorme impacto que tendrá sobre todos nosotros, porque será fuerte y todos lo vamos a sentir. Que no quede la menor duda. Pero a la vez me parece viable este pensar y sentir, y en paralelo considerar que no podemos justificar el precedente de que un contrato de tal magnitud que, según fallo de nuestra CSJ, viola 25 artículos de la constitución, sea aprobado y puesto en marcha. Soy de la opinión de que los precedentes son importantes. ¿Ya pasamos por alto un fallo de inconstitucionalidad previo, acción que a mi parecer debería tener las mismas consecuencias que en esta ocasión para los responsables, y pensamos hacerlo de nuevo? No puedo estar de acuerdo con eso. Nos toca como país gestionar el cierre gradual de la mina (Años), armarnos del mejor equipo legal posible y librar una batalla internacional que seguro tomara años. Adicional, hacer el debido análisis, con responsabilidad y votar mejor en 2024 porque a estas personas les vamos a delegar una altísima responsabilidad como sociedad.

Me solidarizo profundamente con los trabajadores panameños de la mina que hoy enfrentan una cruda realidad y mucha incertidumbre, y jamás podré comulgar con los que minimizan este elemento de la situación actual y hasta se burlan de nuestros hermanos. Son tan panameños como todos. Muchos se han especializado en labores extremadamente técnicas y seguro ven con temor su futuro. Yo también sentiría lo mismo si fuera ellos. Esta es una de las principales razones por las cuales debemos garantizar de que se siente un precedente ejemplar de certeza de castigo, y que eso contribuya a minimizar de forma importante las potenciales oportunidades de que algo similar vuelva a ocurrir.

Dicho esto, pienso que tenemos dos opciones. O nos seguimos lamentando sobre lo que ya pasó y en paralelo especulamos sobre potenciales resultados del arbitraje internacional que viene, o remamos juntos como país en la misma dirección, que es la de sacar a Panamá adelante desde nuestra trinchera en nuestro día a día y superar estos desafíos. Trabajando más duro que nunca, con compromiso, con disciplina, con inteligencia, y con amor por la libertad, nuestra gente y nuestra tierra. Y también, respetando la soberanía del individuo y repudiando las actividades que la violentan. Estos, no contribuyen en lo más mínimo, solo perjudican e impiden que el empuje que tanto necesitamos entregar cada uno, fluya de la mejor forma posible.

Para atrás, ni para coger impulso.

El autor es empresario.
Lo Nuevo
comments powered by Disqus