• 02/01/2015 01:00

¿Chantaje en culminación de la ampliación del Canal?

Hay que usar los mecanismos que los contratos nos facultan para garantizar su pronta culminación

Los últimos informes dado a conocer por la empresa a cargo de los trabajos de ampliación del Canal de Panamá (GUPC) donde expresan que se les adeudan considerables sumas de dinero y que esto puede retrasar la entrega de la obra en el tiempo estipulado demorando su terminación para dentro de seis meses más, nos suena a chantaje pues todos conocemos los problemas económicos que pasan estas compañías en el ámbito internacional viendo en esta obra su tabla salvadora para inyectar liquidez a sus malogradas carteras financieras.

Por su parte, los altos ejecutivos del Canal de Panamá (ACP) han dado a conocer que hasta la fecha se les han cancelado los trabajos entregados y que han obtenido el visto bueno por un monto de $4 mil 235 millones que rebasa la cifra del contrato pactado. En el siglo pasado, durante la construcción de la vía interoceánica que duró unos diez largos años se sucedieron tres comisiones del Canal Ístmico, organismo responsable de la obra, según las estipulaciones de la ley Spooner. Las dos primeras fueron removidas, una por inoperante y la otra renunció.

En la tercera, el presidente norteamericano Roosevelt decidió poner la obra en manos de los militares pues sólo renunciarían cuando él lo decidiera, y así se culminó la magna tarea. Hoy, ante la disyuntiva de ver el final que todo panameño acariciamos se necesita una mano de hierro que haga ver y hacer valer la autoridad de Panamá frente a su canal ampliado. Y considero que tenemos los suficientes argumentos para ofrecer razonamientos contundentes, pues a estas empresas se les ha tolerado todas las escusas esgrimidas hasta el momento, entre ellas, el material pétreo no acorde a lo ofrecido, las huelgas escenificadas durante estos años, el no uso de material acorde al impacto de las aguas del mar en las esclusas lo que provocó la aparición de resquebrajaduras, en fin a todas y tantas otras se les ha brindado el beneplácito para continuar.

Es hora de parar el chantaje que se cierne sobre esta importante vía, hay que usar los mecanismos que los contratos nos facultan para garantizar su pronta culminación. No solo los panameños ansiamos la terminación y la puesta en marcha del canal ampliado sino incluso países que han hecho considerables gastos en infraestructuras, incluido Norteamérica, lo que traerá mayores divisas a Panamá.

Un Canal, cuya entrega pretenden retrasar a pesar de que ya presenta una demora considerable haciendo un daño irreparable a la imagen del país pues, como dije, hay centros portuarios que están perdiendo dinero, pues están a la expectativa de su pronta apertura, y para ayer ya es tarde dirían pues no es la única vía que puede ser usada, miremos por ejemplo el derretimiento de la banquisa Ártica que ha abierto nuevas rutas de navegación por el Océano Ártico y la explotación de recursos naturales o la recién culminada ampliación del Canal de Suez.

PERIODISTA

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