• 24/09/2020 00:00

Las altas capacidades en nuestra niñez

Un niño o niña de Altas Capacidades es todo aquel o aquella que destaca significativamente, de forma cuantitativa y/o cualitativa, en sus habilidades y competencias, tomando como referencia al grupo social/educativo y etario de su entorno.

Un niño o niña de Altas Capacidades es todo aquel o aquella que destaca significativamente, de forma cuantitativa y/o cualitativa, en sus habilidades y competencias, tomando como referencia al grupo social/educativo y etario de su entorno.

Este pequeño grupo destaca significativamente porque su rendimiento académico, cognitivo o de comprensión de su realidad equivale a uno, dos o hasta tres o más años de su edad cronológica. Estos son los niños y niñas denominados de Altas Capacidades y de los que coloquialmente decimos que “hablan como viejitos”.

El diseño curricular, en nuestras escuelas oficiales y particulares, está orientado a lo normo típico, a la edad escolar que le corresponde al estudiante por “fecha de fábrica” o cronológica, no por las competencias o por la edad mental que demuestre en el momento que sus padres decidan que está apto para entrar a la escuela.

Todo niño que tenga un dominio de alto nivel comprensivo en el manejo de símbolos, abstracciones, lenguaje, conceptualizaciones profundas y diversas temáticas del entorno en que se desenvuelve y que corresponden a uno o dos años superiores al grado escolar que debería cursar, puede ser matriculado en el sistema educativo, aun cuando no cuente con la edad cronológica para ingresar a kínder o primer grado.

Esta medida está fundamentada en el artículo 22 del Decreto Ejecutivo n°.1 de 4 de febrero de 2000, que al tenor dice: “A los alumnos que demuestren que tienen las competencias curriculares superiores a las que corresponden a su grupo de edad, se les ofrecerán opciones curriculares adecuadas a su nivel de habilidades y conocimientos, ya sea enriqueciendo los 2 contenidos curriculares o promocionándolos hacia el nivel superior. El Resuelto 709 de 25 de febrero de 2016, mediante el cual se crea el Programa de Aptitudes Sobresalientes y Talentos Específicos, en su artículo 7 y sus cuatro numerales, también nos ofrece alternativas viables de adaptación curricular, para estos niños, aplicables a las escuelas oficiales y particulares.

Estos niños o niñas los encontramos en cualquier grado escolar, algunos profundamente aburridos, objetos de discriminación, sin amigos o amigas y profundamente decepcionados de la escuela y de sus docentes. Ellos no le encuentran el motivo o “gracia” para seguir aprendiendo. Por esa razón, no quieren participar en clases presenciales o en línea, “porque ese material ya me lo sé mamá”. La escuela debe adaptarse al niño y no al revés.

Ellos no deben ser normalizados a un currículo o grado escolar que ya asimilaron de forma natural y que sobradamente comprenden. Por eso no debe sorprendernos que se aburran, tengan comportamientos disruptivos y desarrollen indicadores de depresión o reacciones psicosomáticas de rechazo y fracaso escolar.

Conforme un alumno demuestre dominio y eficacia en la resolución de tareas y conocimientos complejos de una determinada asignatura o de varias, verificadas por pruebas formales e informales, podemos ampliar y adecuar a los niveles que coincidan con sus retos cognitivos, habilidades y competencias.

Dado lo anterior, la posibilidad de promoverlo de grado o de impartir contenidos de grados superiores se hace necesaria. El docente de grado debe, con el asesoramiento del maestro especial, el equipo del Servicio de Apoyo Educativo (S.A.E) de la Dirección Nacional de Educación Especial, establecer un programa de adaptación individualizada (P.E.I ) que incluya la metodología y dinámica más acorde con las habilidades y conocimientos de un niño o niña con necesidades educativas específicas (N.E.E) asociadas a Altas Capacidades.

(*) Psicólogo, coordinador del Programa de Aptitudes Sobresalientes y Talentos Específicos del Meduca.

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