• 04/07/2024 00:00

Agua potable y fiscalización, caso río La Villa

Este año en la cuenca hidrográfica del río La Villa, no fue hasta finales de abril y mayo que se percibieron las primeras formas de precipitación

Hace poco más de dos semanas surgió la noticia de contaminación del agua del río La Villa, y consecuente interrupción del suministro de agua potable a la red del Idaan de Chitré. En el primer día se transmitía por redes sociales información, por el Idaan, de una detección de altos niveles de contaminación en el agua en la toma de agua cruda de la planta potabilizadora Roberto Reyna, en Chitré: “existe presencia significativa de parásitos y alta turbiedad, se detiene el suministro”. Todo el mundo se alarmó con los “parásitos”, y a medida que pasaron los días aumentó el malestar social por la irregularidad del suministro de agua potable

El fenómeno climático de El Niño ha sido un factor clave en las escasas precipitaciones que han afectado a Panamá en 2023 y 2024. Para febrero de 2024, la NOAA y el Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá pronosticaban una transición hacia La Niña en el primer semestre de este año, y la manifestación de La Niña para el segundo semestre. La información climática histórica en Panamá sobre El Niño y La Niña, es clara. El Idaan, con entes gubernamentales, instituciones científicas y la academia, mantienen conectividad para asegurar el bienestar nacional en esta materia. El Idaan no tiene más que hacer que desarrollar su gestión administrativa, operativa y estratégica con base a las variables que se van actualizando, en este caso, los patrones de precipitación.

Este año en la cuenca hidrográfica del río La Villa, no fue hasta finales de abril y mayo que se percibieron las primeras formas de precipitación, que se intensificaron prolongadamente hasta junio (asociado con El Niño-La Niña). Lo acontecido es un evento que ocurre comúnmente en cuencas hidrográficas como la del río La Villa, especialmente después de un período seco prolongado. A medida que las primeras lluvias significativas comienzan a caer, la superficie del suelo, previamente seca y endurecida, no tiene la capacidad de absorber toda el agua de lluvia de manera inmediata.

Como resultado, gran cantidad de agua escurre rápidamente por el terreno, arrastrando material orgánico, sedimentos y otros contaminantes que se han acumulado durante el período seco. Esta escorrentía produce un efecto “acumulativo”, que comienza desde la parte alta de la cuenca, y continúa así en la parte media y baja. El efecto “acumulativo” altera la calidad del agua, en parámetros fisicoquímicos y biológicos.

La planta potabilizadora no estaba preparada. El director del Idaan en Herrera afirmó que “según le comentan, e información recopilada, las primeras lluvias siempre son un problema”. En efecto es así. La planta estima su producción y funcionamiento analizando diversas variables influyentes en la oferta y demanda del recurso agua. Y la crisis en estos momentos prácticamente se pudo evitar, es más, era predecible. No es la primera vez que pasa algo así en el río La Villa. Ha pasado y seguirá pasando. Ya es tema de gestión y manejo de la planta potabilizadora aplicar las medidas de mitigación ante estos eventos, con todo lo que eso significa.

Por otro lado, con el tema de contaminación cabe hacer una salvedad. El director de Herrera también comentó que “los parásitos provenían de los puercos”, y por estos comentarios se buscaron culpables. Fue inapropiado e imprudente hacer un comentario así. Primero, una contaminación biológica por efecto “acumulativo” no tiene un culpable individual, sino que cualquiera con propiedad con acceso al río aportó en cierto grado. Segundo, es imprudente decir que los “parásitos” se deben a contaminación fecal por puercos, cuando un amplio espectro de parásitos en puercos se encuentran en otros mamíferos, incluso el ser humano. Esto no se debe tomar en serio hasta confirmación pertinente. Es más, ni el Idaan ni nadie tiene un sistema de monitoreo y fiscalización con buena metodología científica en el río La Villa para asegurar esto de forma tan apresurada.

Para finalizar. El Comité de Cuenca Hidrográfica 128 río La Villa es el principal ente fiscalizador ambiental. Su alcance es limitado. El hecho de que la fuente hídrica sea un bien común significa la existencia de un derecho difusorio, y presenta molestias para fiscalización. Estableciendo derechos de propiedad en el río, y consecuentes cambios en la ley para la correspondiente jurisprudencia, se permitiría el uso de figuras procesales como la demanda colectiva, litis consorcio o tercero adherente. Con esto se reduce la burocracia e ineficiencia del Estado para fiscalizar.

El autor es estudiante de biología
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