• 24/01/2014 01:00

Calle 50

Entre los años veinte y cuarenta la ave. Central en Santa Ana fue el núcleo urbano de la ciudad de Panamá. Más recientemente, la ave. Ba...

Entre los años veinte y cuarenta la ave. Central en Santa Ana fue el núcleo urbano de la ciudad de Panamá. Más recientemente, la ave. Balboa por sus valores paisajísticos; la ciudad moderna junto al mar, ha tenido similar éxito, sobre todo como postal turística que publicita el simulacro de prosperidad socioeconómica del país con la Cinta Costera y el segregado desarrollo residencial de lujo en altura que va desde Costa del Este hasta Punta Pacífica, Paitilla, ave. Balboa; buscando extenderse hasta la Calzada de Amador.

El distrito bancario es un intrincado conjunto de calles reunido entre Campo Alegre y Obarrio. Dentro de éste sector, la avenida Nicanor de Obarrio o Calle 50 (es por todos conocidos la dificultad en descifrar el misterioso orden del número de éstas calles) ha caracterizado el estatus de la ciudad como centro financiero internacional desde su creación en 1970. La intersección con avenida México y su encuentro con vía Cincuentenario tiene una extensión de 4.3 km, mientras que el tramo más característico, el intervalo entre avenida Aquilino de la Guardia y vía Brasil recorre 1.4 km.

Calle 50 es un importante lugar de destino de ejecutivos bancarios, oficinistas, comerciantes, profesionales, dependientes, mensajeros, trabajadores manuales, etc., que tienen allí su lugar de trabajo. Además del uso corporativo, ha surgido una serie de servicios complementarios como hoteles y restaurantes. La actividad comercial ha emigrado poco a poco hacia los centros comerciales y queda un escaso carácter minorista, que es suplantado rápidamente por sectores vecinos.

La experiencia más común de la Calle 50 es desde el automóvil, pues es un corredor unidireccional, distribuidor del tráfico hacia la periferia. Sin embargo, cada parcela de ésta vía es un reino que hace honor a la mezquindad hacia el peatón. Las pocas y muchas veces estrechas aceras, algunas en pésimo estado, están ocupadas u obstruidas por automóviles y motocicletas mal estacionados, isletas con vegetación ornamental sin ningún sentido, postes eléctricos y semáforos, improvisados kioscos, grotescos anuncios publicitarios y botes para la basura.

Esto es un reflejo general de lo que ocurre en toda la ciudad. Es muy común ver a los trabajadores salir de sus oficinas en búsqueda de un respiro de la jornada laboral o un almuerzo durante su limitado receso. Otros en cambio, previo a sumergirse en la pesadilla de la congestión del tráfico o la tenacidad de lograr utilizar el transporte público en las horas pico, aprovechan para realizar una breve caminata, a pesar de tener que lidiar con el inclemente sol, la alta humedad y la lluvia. El plan general del Metro de Panamá, curiosamente, no contempla ninguna estación en Calle 50. Las estaciones más cercanas son Iglesia del Carmen y vía Argentina, por lo que veremos grandes desplazamientos peatonales en un futuro sobre ésta vía.

Ciudad de Panamá dista desde hace mucho tiempo de tener un lugar de encuentro cívico, digno y representativo de los distintos caracteres sociales que conforman la Sociedad Panameña. En Calle 50 existe la oportunidad de incorporar en el corazón de la ciudad, una nueva senda representacional de la ciudad que pueda convertirse en un exitoso centro cívico, económico y cultural. Me imagino a la avenida Paulista en San Pablo y el Paseo Reforma en México D.F.

La renovación de éste sector puede hacerse a través de alguna entidad estatal-privada que otorgue beneficios mixtos, que dé paso a las manifestaciones culturales (museos, teatros, exposiciones, salas de concierto) y sea además una vitrina del variopinto catálogo arquitectónico, más contemporáneo que histórico, que se ha apostado sobre dicha vía. La legislación urbana permite la apropiación por parte del Estado de la servidumbre pública para tales fines. La ocupación automovilística de ésta vía cuando Panamá obtiene alguna victoria deportiva es ya un buen indicio de su potencial vocación como espacio público, solo hace falta tener la iniciativa y los recursos para su desarrollo.

ARQUITECTO CON MAESTRÍA EN DISEÑO URBANO.

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