462: se llevan los fondos de la CSS

Lo advertimos, el trasfondo del proyecto 163, hoy Ley 462, era hacerse de los fondos de la CSS y hacer recaer una mayor carga sobre los trabajadores.

Con claros vicios de inconstitucionalidad, violentando su propio reglamento, 48 diputados favorecieron el proyecto de los grupos económicos dominantes, el capital financiero-bancario, presentado por el Ejecutivo.

Recordemos que en la llamada mesa de escucha en la Presidencia, Mulino decide enviar el proyecto de una organización (Conep, sector privado), mientras desconoció la propuesta de 11 organizaciones que plantearon y sustentaron la sostenibilidad financiera y social de retornar al sistema de reparto definido, el solidario. Igual sucedió en la Asamblea Nacional, donde en la llamada consulta ciudadana participaron algo más de 500 representaciones a nombre personal u organizaciones, donde el 95 % señaló y demostró que el único sistema seguro era el solidario.

Debemos recordar que el tema original era “salvar el programa de IVM en el subsistema de beneficio exclusivamente definido”, lo cual nunca fue atendido. Fue Mulino quien aclaró que el objetivo era “salvar la columna vertebral de la economía: el sistema bancario”.

Sin duda se impuso la burla al pueblo, la antidemocracia, el aumento de la edad de jubilación que han disfrazado con el factor de pensionamiento actuarial, la reducción del monto de las pensiones, el historial laboral como base para el cálculo de la pensión, la privatización y especulación de los fondos de los asegurados, la Caja como aval no solo de la deuda de Panamá, sino también de Estados extranjeros. Impusieron las paramétricas y las cuentas individuales.

Es una ley que además de generar bajas pensiones (los cálculos están en $265 para la mayoría de los trabajadores), pone en peligro la probabilidad de obtener una pensión a los jóvenes, mujeres, trabajadores en informalidad.

En medios de comunicación social, Dino Mon ha reconocido que las pensiones serán menores que las de reparto definido, pero ellos no compararon con ese sistema porque para él lo mataron en el 2005, como si él no tuvo que ver con lo sucedido. Recordemos que Dino Mon fue uno de los actuarios que representó al sector empresarial en ese período, por tanto, es responsable de la situación de la CSS.

Además, es una ley que otorga poderes extraordinarios al director de la Caja, tanto en el uso de los recursos, compras, como en la gestión del recurso humano. Los funcionarios de la CSS quedan en indefensión frente a amonestaciones, traslados y despidos.

La 462 violenta la autonomía de la institución, no corrige la corrupción de la mafia farmacéutica, de los empresarios inescrupulosos que descuentan cuotas y no las entregan a la CSS (establece la prescripción en 20 años para el cobro de cuotas y otras obligaciones).

Sin duda el gobierno viene actuando con la política de la mentira, la intimidación, la represión, el ilegal ahorcamiento económico (cierre de cuentas bancarias, no entrega de fondos que pagamos los trabajadores y que por ley le corresponde a las organizaciones sindicales y gremiales). Un gobierno que no cumple sus propias leyes.

En medio de este panorama, el pueblo humilde y trabajador, sus organizaciones, daremos la lucha por la seguridad social como derecho, por pensiones dignas. El sábado 15, la presencia de más de 60 organizaciones populares reiteró la lucha; el martes 18, miles y miles de panameños caminaron las calles en Panamá, Chiriquí, Bocas del Toro, Veraguas y Darién; el viernes 21, la huelga de advertencia es una realidad. Las acciones continuarán a nivel nacional hasta que se derogue la nefasta Ley 462.

Estamos en las calles porque el Gobierno decidió imponer el modelo de privatización de fondos y cuentas individuales, fracasado en todas partes del mundo, en lugar de establecer un proceso real de discusión que permitiera valorar las ventajas del retorno al solidario. De nuestro lado, como lo hemos reiterado desde hace años, tenemos el proyecto, las corridas, la disposición de participar en un real diálogo que permita la discusión técnica de manera transparente de caras al pueblo.