Los riesgos del periodismo en México, letras contra balas

La representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, denunció este jueves el asesinato del periodista mexicano Luciano Rivera, muerto de un tiro en la cabeza el pasado 31 de julio en el estado de Baja California.

‘Condeno el asesinato de Luciano Rivera Salgado... y pido a las autoridades mexicanas que investiguen de manera urgente este crimen y aclaren las circunstancias en que se produjo y la motivación de sus culpables', dijo Bokova, en una nota de prensa publicada en la página web de la Unesco.

PROFESIÓN MORTÍFERA

México se ha convertido en el país ‘más mortífero' para practicar el periodismo, así se lo hizo saber la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) al presidente de ese país, Enrique Peña Nieto.

En una carta dirigida al mandatario a inicios de julio de este año, denunciaron la muerte violenta de al menos siete comunicadores, los cuales trabajan en su mayoría en investigaciones sobre corrupción política y sus vínculos con el narcotráfico.

Según RSF, en 2016 perdieron la vida haciendo su trabajo unos diez periodistas, mientras que la organización contabiliza alrededor de cien periodistas asesinados desde el año 2000, con un incremento desde que iniciara la ‘Guerra conta el Narco', estrategia impulsada por el Ejecutivo mexicano.

Desde el año 2006, el Gobierno federal, bajo la gestión de Felipe Calderón y continuada por Peña Nieto, emprendió la estrategia antidrogas que incluía la participación abierta de las fuerzas armadas en el combate al narcotráfico.

De acuerdo con la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, México ha acumulado cifras alarmantes de personas torturadas, desaparecidas y desplazadas, como resultado de la violencia generalizada, la corrupción y la impunidad.