Este domingo 16 de febrero se efectuó en el boulevard Panamá Pacífico el XXV Festival de Cometas y Panderos, organizado por Aprochipa.
Mercado de capitales: dinamismo, inversiones de la CSS y el riesgo soberano de Panamá
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- 16/02/2025 00:00
- 15/02/2025 16:29
El mercado de valores de Panamá se ha consolidado como un motor esencial para la economía del país, ofreciendo una alternativa de financiamiento que complementa al sector bancario y fomenta la diversificación de las fuentes de capital. Al cierre de diciembre de 2024, el mercado demostró su fortaleza y dinamismo, reflejado resultados positivos entre sus principales actores. La Estrella de Panamá, conversó con Sergi Lucas, presidente de la Asociación Panameña del Mercado de Capitales, Apamec, destacado banquero y asesor patrimonial con más de 20 años sobre el comportamiento del sector, sus retos ante el impacto de las nuevas políticas de Estados Unidos, la actualización del proyecto de ley, el posible manejo de las inversiones de la Caja del Seguro Social, y la amenaza de perder la calificación de riesgo soberano.
En términos generales, el mercado tuvo un buen comportamiento. Los índices americanos subieron por encima del 25 % el año pasado, y eso siempre anima al mercado. En términos locales, el mercado ha seguido ofreciendo muy buenos resultados: hicimos $142 billones en transacciones, casi un 20 % más que el año anterior. También crecimos en activos bajo la gestión del sistema, que representa cerca de un tercio de todo el sistema financiero.
El 2024 fue un año complicado por el entorno electoral, y lo que hemos visto es la capacidad de resiliencia del sector de valores, algo muy importante, que ha venido creciendo estos años de forma consistente.
En el contexto actual, el hecho de que el presidente Trump le esté dando la espalda a Latinoamérica hace que, probablemente, Panamá tome más fuerza como destino para los capitales latinoamericanos en lugar de Estados Unidos, que era el principal mercado. Estoy seguro de que el día en que Trump anunció las sanciones a Colombia, muchas familias adineradas colombianas pensaron esa misma noche en Panamá como destino para sus activos, y eso es positivo para el país.
Hay que recordar que en Latinoamérica los países tienen monedas débiles, y Panamá, al estar dolarizado, ofrece seguridad jurídica y seguridad física. No tiene partidos extremistas ni militares, factores que, de alguna forma, generan confianza en la gente para traer su dinero a Panamá. Históricamente, se les ha tratado muy bien, y así seguirá siendo.
Arrancamos un proceso de reflexión interna, primero dentro de Apamec, porque entendemos que la ley ha brindado grandes beneficios al sector durante muchos años, pero necesita una reformulación. El mundo financiero ha evolucionado a una velocidad extraordinaria, y hoy en día existen muchas realidades que en Panamá no podemos adoptar simplemente porque la ley no las contempla, como los activos digitales y las criptomonedas.
En este proceso de reflexión, buscamos identificar aquellas oportunidades que el mundo financiero ofrece actualmente para evaluar cómo incorporarlas a la ley vigente o a una nueva legislación. Esto nos permitiría demostrar al mundo que Panamá está evolucionando en temas financieros, modernizándose y buscando estar a la vanguardia. Considero que estos son mensajes que el país debería fomentar en el ámbito internacional para mejorar nuestra reputación, que se vio afectada por los Panama Papers
Tenemos una posición muy clara, basada en datos y experiencia. Entendemos que el manejo de los patrimonios de la Caja de Seguro Social debe enfocarse en inversiones a muy largo plazo, vinculadas al mercado de capitales y administradas en esa dirección.
El historial de la Caja de Seguro Social muestra que el rendimiento de los últimos 10 años ha sido del 2.1 %. Esto significa que, si le restamos la inflación, el valor del dinero en la Caja de Seguro Social disminuye cada día. A medida que suben los precios y la rentabilidad ha sido menor, con ese dinero se pueden comprar menos bienes y servicios.
El mercado de capitales ofrece muchas oportunidades, y no estamos inventando la rueda. En el mundo, la mayoría de los fondos de pensiones que se administran exitosamente lo hacen a través del mercado de capitales y de instituciones vinculadas al sector. Un ejemplo de esto lo tenemos en Panamá con el SIACAP (Sistema de Ahorro y Capitalización de Pensiones de los Servidores Públicos), que ha reportado rendimientos promedio superiores al 6 %. Esto demuestra que no solo en el extranjero se puede gestionar este tipo de patrimonio de manera eficiente, sino que localmente también hemos sido capaces de hacerlo.
La gente habla mucho sobre las calificaciones, pero a menudo perdemos de vista su verdadero significado. Perder el grado de inversión sería una situación muy complicada para Panamá, no solo para el mercado de valores, sino también para el sector bancario y la población en general.
Por ejemplo, muchos fondos internacionales solo pueden invertir en países con grado de inversión. Si Panamá lo pierde, esos capitales, por mandato, tendrían que salir del país, reduciendo significativamente la llegada de inversiones. Esto encarecería el costo del dinero, lo que significa que para los ciudadanos sería más costoso solicitar un préstamo. No se trata solo de un impacto para los bancos, las casas de valores o el gobierno, sino de una afectación generalizada para toda la población.
La realidad es que los grandes bancos de inversión, que monitorean a Panamá al igual que a otros países, ya han advertido que el país debe resolver sus problemas. Creo que el Ejecutivo, liderado por el presidente [José Raúl Mulino] y el ministro de Economía, Felipe Chapman, está tratando de tomar decisiones que, probablemente, debieron haberse implementado hace tiempo. Sin embargo, es necesario actuar, y muchas veces eso implica adoptar medidas que pueden ser dolorosas en el corto plazo, pero que son las correctas.
Si no lo hacemos, los bancos ya han indicado que probablemente perderemos nuestro grado de inversión. De hecho, la deuda panameña ya está cotizando a un precio como si el país no tuviera grado de inversión, lo que es un síntoma muy claro de la situación.
Creo que a las calificadoras les incomoda la idea de retirarle el grado de inversión a Panamá, y están a la espera de ver cómo el país reacciona para resolver dos problemas clave que afectan su economía. Uno de ellos es la crisis de la Caja de Seguro Social, para la cual se espera una solución en los próximos días, y el otro es la situación de la mina, que representa un peso significativo en el PIB del país.
Si logramos abordar estos dos temas, asumiendo los sacrificios necesarios por el bien del futuro del país, probablemente nuestra calificación no se verá afectada. Pero si las calificadoras perciben que no somos capaces de tomar decisiones por nosotros mismos, actuarán como un maestro que baja la nota a un estudiante que no cumple con los requisitos.