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- 15/11/2022 18:01
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En Panamá, los clientes bancarios de cooperativas y financieras adeudan al sistema un total de $37,106 millones hasta septiembre pasado, lo que representa más de 5.16 millones de obligaciones activas, según datos de la Asociación Panameña de Crédito (APC).
La cifra representa un incremento de $3,315 millones al compararle con septiembre de 2019, previo a la pandemia por covid-19, cuando el saldo del portafolio se sitúo en $33,791 millones.
En promedio, cada cuentahabiente adeuda unos $7,187, ya sea en préstamos hipotecarios, automóvil, personal, tarjeta de crédito o servicios.
El 88.9% de la deuda o de los préstamos activos, lo administra la banca, con $32,991 millones; mientras que el 11.0%, es decir, $4,115 millones, se lo dividen las cooperativas y las financieras.
Aunque el saldo del portafolio lo domina la banca, el 65.4% de las obligaciones o de créditos aprobados lo llevan las cooperativas y las financieras; cuando la banca tiene 34.5%.
En bancos, el grueso de la deuda es hipotecaria, con $19,369 millones; le sigue préstamo personal, con $7,459 millones; tarjeta de crédito, con $2,360 millones; resto, con $1,988 millones y automóvil, con $1,813 millones.
El saldo promedio de estas 1.7 millones de obligaciones es de $18,484 entre los clientes bancarios.
La morosidad promedio en la banca panameña es de 4.70%, relativamente, sana en relación con la de las cooperativas y financieras con 20.3%.
El retraso en el pago de las obligaciones en más de 61 días, la tarjeta de crédito lidera la tabla con 13.30%; mientras que resto 9.80% y préstamo personal, hipoteca y automóvil ocupan 4.00%, 3.90% y 2.60%, respectivamente.
En tanto, los clientes de cooperativas y de financieras con el 65.4% o 3.3 millones de los créditos activos tienen un saldo promedio de $1,218; mientras que el grueso de sus saldos a septiembre en préstamos personales, con $2,524 millones; hipoteca, con $410 millones; tarjeta de crédito, con $313 millones; préstamo para automóvil, con $193 mil y servicios con $119 mil.
Los retrasos o morosidad por encima de los 61 días en las financieras y cooperativas, según su orden de importancia, es: tarjeta de crédito 63.2%, servicios 50.3%, préstamo personal 11.6% hipoteca 10.4% y autos 9.4%
Para Gonzalo Córdoba, gerente de Operaciones de la Autoridad Panameña de Crédito (APC), hay un importante número de aprobaciones por las financieras u otros negocios de la industria, ya que la banca sigue precavida por el estado de emergencia por la pandemia de covid-19.
Asegura que la banca busca minimizar los riesgos asociados a la ‘Ley de moratoria’, porque la misma restringe información de los clientes, lo que, posiblemente, haya impactado en el otorgamiento de nuevos créditos de ese sector de la industria financiera. “Mientras la ley de emergencia se mantenga habrá más control”, dijo.
Córdoba se refiere a Ley 156 del 30 de junio de 2020, que dicta medidas económicas y financieras para contrarrestar los efectos de covid-19, y que permitía que toda persona con créditos al 31 de diciembre de 2020 pudiera acogerse a la norma, tras ser suspendida o cesado de su contrato laboral.
La moratoria es extensiva en los préstamos hipotecarios, residenciales, personales, de auto, tarjetas de crédito, préstamos a la pequeña y mediana empresa, préstamos comerciales, además de los préstamos otorgados al sector, transporte, agropecuario y créditos de consumo. Y mientras dure la declaratoria de emergencia nacional y hasta 70 días después de que esta sea levantada, los historiales de crédito de las personas no se ve verán afectados.
No obstante, aclaró, que las personas tienen que demostrar que fueron y siguen afectadas por la pandemia y recomendó acercarse a las entidades prestatarias para buscar mecanismos que le ayuden a limpiar la deuda. Entre esos mecanismos, comenta el representante de la APC podrían estar el convertir el saldo de la tarjeta de crédito en préstamos, debido a que el pago es más recurrente. El pago de una tarjeta de crédito es variable, ya que depende del consumo y del límite de pago. “La idea de una tarjeta de crédito es pagar el consumo dentro de un tiempo determinado en el mes, eso no generaría mucho interés”, comentó Córdoba.
En 2019, la APC tenía en el sistema 780,849 tarjetas de crédito activas; sin embargo, el reporte hasta septiembre contaba con 654,332, unas 126,517 menos.
“En Panamá estamos acostumbrados a cumplir con nuestras obligaciones, lo que es positivo para el sistema”, acotó el gerente de Operaciones de la APC.