La OMC aboga por innovación y políticas para un futuro sostenible de la industria siderúrgica

El director General Adjunto de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Jean-Marie Paugam, abogó por vías innovadoras y políticas coordinadas que aseguren un futuro sostenible para la industria siderúrgica, en un discurso pronunciado este 10 de julio, en la conferencia 2024 de la Asociación Mundial del Acero sobre Evaluación del Ciclo de Vida y Desarrollo de la Innovación Colaborativa en la Cadena Industrial, celebrada en Jiangyin, China.

A través de un comunicado difundido por la OMC, Paugam también subrayó la importancia global de alcanzar un nivel cero de emisiones netas y el papel fundamental de la Organización Mundial del Comercio como “póliza de seguro” para la adopción de decisiones de inversión en el ámbito de la descarbonización del acero.

“Mi mensaje clave hoy es que la Organización Mundial del Comercio puede y debe utilizarse como póliza de seguro para sus decisiones de inversión en la descarbonización del acero. Su industria se encuentra en un punto de inflexión, ya que el mundo avanza hacia un futuro de cero emisiones netas, en línea con el Acuerdo de París. Esta dirección de viaje no deja opción: la descarbonización de la industria siderúrgica es un imperativo global”, afirmó Paugam.

En su discurso, destacó que el acero es un producto muy comercializado. Solo en 2022, casi el 25 % de la producción mundial de acero para productos de acero terminados y semiterminados se realizó a través de fronteras.

En general, detalló que el sector siderúrgico representa alrededor del 2,4% del valor del comercio mundial anual. Pero también la producción de acero representa el 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI).

“El acero debe volverse ecológico o corre el riesgo de una amenaza grave a su licencia para operar . Y, volverse ecológico significa que debemos reducir las emisiones del sector siderúrgico en un 95% para cumplir con los objetivos globales de cero emisiones netas”, expresó.

A su parecer, “ya estamos presenciando señales de la inminente ‘revolución del acero verde’ . Los principales fabricantes de automóviles están logrando contratos para acero con emisiones casi nulas, y las principales empresas mineras de mineral de hierro están desarrollando productos innovadores de hierro verde”.

Por ejemplo, mencionó que “Volvo Group ha anunciado un acuerdo de compra anticipada para acero con emisiones casi nulas de H2 Green Steel. Empresas como Vale están tomando medidas para satisfacer la demanda de mineral de hierro de mayor calidad. Además, estamos viendo el surgimiento de la producción de hierro de reducción directa (DRI) basada en hidrógeno verde a escala comercial en China, con instalaciones como Baowu y HBIS a la cabeza”.

Para proteger a las generaciones futuras, señaló que “es fundamental actuar de inmediato y ampliar la producción de acero ecológico, que pasa de ser un mercado de nicho a convertirse en una actividad generalizada. Para ello es necesario encaminar a todo el sector hacia una senda sostenible y de cero emisiones netas mediante las inversiones y los marcos normativos adecuados”.

Paugam, además, mencionó en su discurso varios desafíos clave que son:

1. Desafío tecnológico. Aquí identificó tres vías clave para lograr el acero ecológico:

-Eficiencia de los procesos existentes: Mejorar la eficiencia en altos hornos y procesos actuales podría reducir las emisiones en un promedio del 20%.

-Uso de chatarra: Aumentar el uso de chatarra y mejorar su recuperación podría satisfacer la mitad de la demanda mundial para 2050.

-Ampliar de manera rentable las tecnologías de vanguardia: Estas tecnologías pueden reducir drásticamente las emisiones de la fabricación de acero, pero actualmente están limitadas por la disponibilidad de energía renovable, hidrógeno verde y mineral de hierro de alta calidad.

2. Desafío financiero: Las inversiones necesarias implican decisiones importantes por parte de las empresas de toda la cadena de valor, con unos costes estimados que oscilan entre 1,4 billones y varios billones si se incluye la cadena de valor completa. “Tenemos que demostrar que es posible —¡y rentable!— asegurar una prima de mercado que cubra las inversiones necesarias para el acero sostenible”, aseveró Paugam.

3. Desafío regulatorio: La certeza y la simplicidad de las políticas son esenciales para posibilitar estas inversiones. “Es necesario encontrar formas de abordar las necesidades y los desafíos de los países y las empresas en diferentes regiones y niveles de desarrollo”, manifestó.

Paugam también enfatizó en la necesidad de mediciones comunes, consistente y comparable de las emisiones de gases efecto invernadero a través de la evaluación del ciclo de vida (LCA, por sus siglas en inglés). Al tiempo que subrayó, la importancia de evitar la proliferación de estándares incompatibles que podrían obstaculizar el comercio global.

“La OMC sirve como herramienta de gestión de riesgos y reducción de costos para los inversores . En otras palabras, funciona como una póliza de seguro”, reiteró Paugam, subrayando que un sistema de comercio mundial abierto, basado en normas, no discriminatorio, transparente y previsible, es crucial para fomentar el desarrollo económico y evitar volver a la “ley de la selva”.

Para afrontar estos desafío, Paugam instó a la industria a acoger el sistema multilateral, en lugar de rehuirlo, porque la mejor respuesta a los problemas actuales no es la “desglobalización”, sino la “reglobalización”.

“Necesitamos una asociación más fuerte que nunca con la industria del acero, una industria apoye abiertamente el sistema de comercio multilateral, especialmente en un momento en que las tensiones se multiplican; una industria que aliente a los gobiernos de todo el mundo a sentarse a la mesa multilateral y cooperar para lograr que las políticas sean más interoperable; una industria que apoye la convergencia de los métodos de evaluación que sustentan la definición de acero verde y que colabore con las organizaciones normativas y las autoridades reguladoras para alcanzar estos objetivos lo antes posible”, concluyó Paugam.

En la conferencia participaron líderes de la industria siderúrgica y representantes gubernamentales, quienes discutieron estrategias y colaboraciones para avanzar hacia un futuro más sostenible en el sector del acero.

Los principios de las normas del acero, presentados en la COP28 en Dubái, tienen como objetivo promover la interoperabilidad y el reconocimiento mutuo de las metodologías de medición de las emisiones de GEI del acero a nivel mundial. El objetivo es evitar la proliferación innecesaria de normas y fomentar la convergencia de metodologías. Casi 50 empresas siderúrgicas, asociaciones industriales (incluida la CISA), organismos de normalización y organizaciones internacionales han respaldado los principios.