El crecimiento económico de Panamá y sus encrucijadas: ¿Qué soluciones existen?

- 13/04/2025 01:00
Panamá se encuentra en un punto de inflexión. Aunque ha logrado importantes avances económicos, enfrenta trampas estructurales y encrucijadas que amenazan su desarrollo y crecimiento, como la baja productividad, la alta informalidad, la debilidad institucional y la presión ambiental, advirtió el Centro Nacional de Competitividad (CNC), en su más reciente informe “Panamá en la encrucijada: Cómo salir de las trampas del crecimiento”.
El informe revela cómo estas trampas limitan el crecimiento y qué acciones estratégicas pueden transformar el modelo actual hacia una economía más diversificada, sostenible e inclusiva, impulsada por la innovación, el conocimiento y un mercado laboral más productivo.
Como punto de partida, el CNC detalla que la desaceleración del crecimiento de la economía panameña desde antes de la pandemia es evidente. En el contexto más reciente, de un 7,4 % en 2023 a 2,9 % en 2024 representa una contracción significativa en la dinámica de expansión económica.
Sin embargo, dijo, el escenario se agrava aún más al observar el mercado laboral, que presenta serios desequilibrios: la tasa de desempleo aumentó de 7,4 % a 9,5 % en el mismo periodo, afectando principalmente a jóvenes y mujeres, con una informalidad cercana al 50 % y una escasa generación de empleo formal y de calidad. Estos elementos reflejan los desafíos estructurales que limitan un desarrollo sostenible e inclusivo.
Según el CNC, en Panamá, la trampa de la productividad se manifiesta en una estructura económica concentrada en sectores como logística, construcción y servicios, con escasa diversificación e innovación.
Recordó que el informe Perspectivas económicas de América Latina 2023 de la OCDE, Panamá no es la excepción en contar con una productividad baja, como ya lo tiene la región. Planteó que investigaciones realizadas por ellos, muestran una pérdida de eficiencia medida a través la Productividad Total de Factores (PTF).
El CNC advierte que la inversión en investigación y desarrollo sigue siendo baja, y el sistema educativo que aún no responde con la agilidad necesaria a las demandas del mercado laboral. Además, se observa un debilitamiento del capital humano como insumo esencial del crecimiento.
Por ejemplo, menciona que en cuanto a la trampa institucional se observa que la falta de confianza en las instituciones, la percepción de corrupción y la débil capacidad estatal para implementar reformas de largo plazo siguen siendo grandes obstáculos.
Asimismo que existe la trampa de la vulnerabilidad social en la que es especialmente evidente la alta informalidad laboral panameña. El CNC citó que de acuerdo con el Instituto de Estadística y Censo el 49,3 % de la población ocupada se encuentra en la informalidad, lo cual limita el acceso a seguridad social, estabilidad económica y oportunidades de movilidad social. A ello se suma un mercado laboral con problemas estructurales, con barreras de entrada para jóvenes, mujeres y personas en zonas rurales.
En cuanto a la trampa ambiental, dijo, el modelo económico panameño aún tiene dependencia de sectores con impacto ambiental, como la construcción, prácticas agrícolas tradicionales y entre otros. A pesar de los esfuerzos en sostenibilidad, recalcó, existe la necesidad de una transición más anhelante hacia una economía verde, que integre la digitalización, la eficiencia energética y la conservación de recursos naturales.
Para superar dichas trampas, el CNC indicó que se requiere una combinación de visión estratégica, capacidad institucional y compromiso multisectorial (es un trabajo de todos).
Entre esas, diversificar la estructura o matriz productiva en la que se puede promover sectores intensivos en conocimiento y bajo impacto ambiental, como servicios digitales, biotecnología, energías renovables, agroindustria moderna, turismo sostenible, entre otros. Esto permitirá reducir la dependencia de sectores tradicionales y elevar la productividad.
Otra solución es la de reformar el sistema educativo y técnico en la que es esencial actualizar los currículos escolares y técnicos, e invertir en habilidades digitales, resolución de problemas y pensamiento crítico. Esto requiere una alianza público-privada en formación laboral.
El CNC propone fortalecer la institucionalidad para profesionalizar el servicio civil o institucional, crear mecanismos más transparentes de gestión pública y abrir espacios de participación ciudadana en la toma de decisiones económicas y sociales.
Además, de facilitar la formalización laboral y empresarial para que Panamá pueda reducir barreras o facilitar la entrada a la formalidad, especialmente a los trabajadores y las micro y pequeñas empresas, y ofrecer incentivos fiscales y de financiamiento, así como promover la generación de empleo formal y de calidad.
Por último el CNC recalca la necesidad de acelerar la transición ecológica para incluir criterios de sostenibilidad en políticas públicas, desarrollar estrategias de economía circular, e incentivar la inversión energética renovable y sostenible, y tecnología verde.
“Panamá ha avanzado en materia económica, en su plataforma logística, capacidad de atracción de inversión, entre otros aspectos. Sin embargo, el modelo actual enfrenta señales de agotamiento y para salir de las trampas se requiere voluntad política, visión de largo plazo y capacidad técnica”, mencionó el CNC en su informe.
Añadió que “el país necesita redirigir su estrategia hacia una economía más diversificada, sostenible, inclusiva y basada en el conocimiento (tecnología, innovación y productividad). Solo así se podrá lograr un crecimiento económico sostenido y un desarrollo equitativo para todos sus ciudadanos que se traduzca en un país más productivo y competitivo”.