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- 01/05/2023 00:00
¿Por qué debemos comparar y comprobar antes de consumir?
Cuando el dinero no alcanza para comprar los bienes y servicios que requerimos cotidianamente (alimentos, transporte, etc.), casi siempre nuestra primera reacción es pensar que la empresa privada subió los precios y el gobierno no hace nada para que eso no suceda, pero muy poco nos detenemos a pensar, si nuestros hábitos de consumo están incidiendo de alguna manera, en que los precios de los productos aumenten.
En Panamá opera el libre mercado, en este sistema económico, el gobierno no tiene el control de las decisiones que toma la empresa privada para producir y comercializar sus productos, esta decide qué produce y el precio al que vende, el gobierno tampoco tiene el control de las decisiones de compra que tenemos los consumidores, nosotros tenemos la libertad de decidir qué y dónde comprar, al igual que el precio que estamos dispuestos a pagar por cada producto.
Este intercambio, entre empresas y consumidores, es el que en principio va guiando las cantidades de productos que se producen y el precio al que se venden. Para que este proceso funcione adecuadamente, tanto empresas como consumidores deben jugar el papel que les corresponde. En el caso de las empresas, estas fundamentalmente tratarán de vender la mayor cantidad de productos al mayor precio posible, en cambio los consumidores debemos comparar, comprobar, para luego consumir, es decir, primero debemos comparar detenidamente las marcas y variedades existentes en el mercado del producto que estamos interesados, comprobando todas las características, términos, etc., y una vez estemos seguros que hemos encontrado la mejor opción del mercado, al mejor precio posible, entonces comprar (consumo) y no antes.
Si los consumidores no comparamos y comprobamos primero antes de consumir, las empresas no tienen mayores incentivos a bajar los precios, básicamente porque perciben que los precios al que están vendiendo sus productos a los consumidores, estos lo están aceptando. En cambio, si las empresas ven que sus ventas bajan, perciben que los precios al que están vendiendo sus bienes y servicios son muy altos, por lo cual, para incentivar las ventas, bajan los precios. Estas acciones por el lado de los consumidores comparando, comprobando primero antes de consumir, y por el lado de las empresas buscando como incrementar sus ventas con mejores precios, es lo que básicamente hace que una economía de mercado funcione a precios competitivos.
A juzgar por la evolución de los precios y las ventas, se puede afirmar que en Panamá, los consumidores no estamos ejerciendo adecuadamente nuestra responsabilidad de comparar y comprobar antes de consumir, no nos gusta investigar dónde están los productos más económicos, normalmente lo que hacemos es comprar en el mismo lugar de siempre, en el que tenemos más cerca, en el que nos facilitan la compra, etc., y no investigamos si hay otras opciones en el mercado donde podamos conseguir los mismos productos, o inclusive mejores, pero a precios más bajos.
Para que la economía de mercado funcione en mejor forma, tanto los consumidores como las empresas debemos actuar como corresponde. Si solamente las empresas juegan su papel, que básicamente se centra en maximizar sus utilidades, no debemos sorprendernos si el dinero no nos alcanza, y estar culpando a otros, porque no actuamos como corresponde, no debemos continuar comprando sin primero comparar y comprobar antes de consumir.
Las empresas tienen toda la libertad de poner el precio de venta que consideren, siempre y cuando no violen la Ley 45 de 2007, pero somos nosotros los consumidores los que tenemos la última palabra si compramos o no a ese precio. El uso de las tecnologías existentes, redes sociales, etc., puede ayudar a comparar precios, sin incurrir en mayores gastos y en tiempo oportuno, para tomar mejores decisiones de consumo.