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- 02/10/2023 00:00
¿Pueden los algoritmos de precios a través de la IA, incentivar la colusión?
La IA (inteligencia artificial), vista en el plano informático o computacional, es una disciplina que permite de manera ordenada; sintetizar y ejecutar diferentes tareas, utilizando algoritmos en base a la data y toda la información recibida o recopilada (bigdata).
A través de un equipo, un ordenador, una app (aplicación), imitando la inteligencia o razonamiento humano, se puede modelar e ir hacia otros campos del conocimiento y disciplinas, desde una simple operación en una calculadora, aplicaciones de un reloj digital, solución de problemas matemáticos complejos, la reserva online en un hotel o el uso del Uber, el reconocido ChatGPT, el asistente Alexa, todos son procesos o pasos que se integran en el algoritmo, es decir, es de alcance universal.
De esta manera, un algoritmo informático es una secuencia de instrucciones finitas que llevan a cabo una serie de procesos para dar respuesta a determinados problemas a través de unas instrucciones y reglas concisas, mostrando el resultado obtenido.
Los algoritmos de precios son relevantes, desde la perspectiva empresarial, en la medida en que una persona o individuo brinden suficiente información, en su acceso online, sobre la toma de decisiones, respecto de un producto o servicio disponible para la venta y las veces en que ese individuo accede a ver dicho producto.
Inclusive, el mismo algoritmo, ya sabe el interés del consumidor y al entrar en línea nuevamente, le envía o hace enlace sobre dicha información, producto y precio de venta disponible, es decir, el algoritmo actualiza la información y la pone al alcance del consumidor o individuo.
Lo anterior, puede pasar inclusive al conversar con otras personas, sobre la camiseta de un equipo de futbol, una computadora o una hamburguesa, en el momento en que entramos en línea, nos muestra camisetas, computadoras o hamburguesas, con sus precios de venta o promociones de tenerlas. Es el algoritmo recopilando toda la información o data suministrada o conversada, generando opciones potenciales y de eficiencia o pro competitivas para el consumidor.
Ahora bien, una empresas o agente económico, puede utilizar un algoritmo de precios, para monitorear sus precios de venta disponibles y los precios de venta de la competencia. Lo que realizaba un encuestador de precios, el denominado cliente misterioso o el consumidor espía, observando los precios de la competencia, sobre un producto o servicio y pudiendo con ellos, la empresa mejorar su precio de venta o ampliar la variedad de productos disponibles, no vistos en sus competidores.
Pero qué pasaría, si en vez de competir en precios o variedad, los agentes económicos, utilizan los algoritmos de precios para incentivar la colusión, es decir, ponerse de acuerdo para establecer o fijar un precio de venta o compra determinado, o acordar la producción, distribución o la comercialización limitada de un producto o servicio o dividirse el mercado.
En el entorno actual, de alta innovación y uso creciente de IA, las autoridades de competencia están conscientes de estos posibles escenarios que pueden limitar la libre competencia, y por ello tienen el deber de dar seguimiento creciente al funcionamiento de estos mercados, para determinar si los agentes económicos, al utilizar algoritmos para determinar el precio óptimo, facilitan la señalización y la implementación de políticas de precios comunes entre competidores, que atentan contra el consumidor y la economía en general.
Frente a todo este proceso de modernización, la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco), estará atenta para asegurar y proteger el proceso de libre competencia económica y libre concurrencia, normado por la Ley 45 de 31 de octubre de 2007.