Un problema cardíaco sin detectar puede provocar la muerte de una persona joven

Cuando la muerte súbita se produce en adolescentes o adultos jóvenes, en ocasiones, se debe a enfermedades del corazón no diagnosticadas, como una patología genética. La presencia de un problema cardíaco sin detectar puede provocar que una persona joven muera repentinamente mientras hace actividad física, como al practicar un deporte de competición. Sin embargo, también puede ocurrir sin necesidad de hacer un esfuerzo.

La muerte cardíaca súbita es la alteración e interrupción inesperada de la actividad cardíaca. La respiración y el flujo sanguíneo se detienen de forma inmediata. En cuestión de segundos, la persona queda inconsciente y fallece.

A diferencia de la muerte cardíaca súbita, el paro cardíaco súbito consiste en la interrupción repentina de la actividad cardíaca provocada por un ritmo cardíaco irregular. Se puede sobrevivir con una atención médica correcta y rápida.

¿Se puede prevenir la muerte súbita cardíaca ? “Se puede tratar de determinar factores que aumenten el riesgo. Las mayores causas de muerte súbita, siguen siendo las enfermedades isquémicas como los infartos de miocardio. Para eso, la clave es determinar si la persona tiene factores de riesgo como hipertensión, colesterol alto, diabetes, obesidad, si fuma, o si tiene vida sedentaria y corregirlo”, responde a este medio el Dr. Daniel Pichel, Cardiólogo del Hospital Paitilla.

El especialista añade que “el uso de estimulantes, drogas o bebidas energéticas en altas cantidades, se ha visto que pueden propiciar arritmias e hipertensión que incrementan el riesgo de eventos cardiovasculares”.

Sobre los exámenes que se realizan para detectar alguna anomalía en el corazón que puede provocar una muerte cardíaca súbita, Pichel aconseja que en personas que hacen ejercicio físico intenso, especialmente a nivel competitivo, es recomendable hacer una evaluación completa que debe incluir un examen clínico.

La evaluación también debe incluir un electrocardiograma, prueba de esfuerzo y ecocardiograma (que es un ultrasonido del corazón). “Si allí se detecta alguna anormalidad que pueda desencadenar una muerte súbita, habría que definir el tratamiento. Los atletas de alto rendimiento, suelen ser evaluados con todo esto antes de comenzar programas de entrenamiento y de competición muy exigentes”.

“Exámenes específicos se hacen en personas que se someterán a ejercicios intensos de alto rendimiento o competitivos, o a quienes tienen historia de enfermedades cardíacas a edades tempranas o muerte súbita en familiares cercanos (padres o hermanos).

De acuerdo con la organización Mayo Clinic, en el caso de las personas menores de 35 años aparentemente saludables, la muerte cardíaca súbita es poco frecuente. Es más común en hombres que en mujeres.

Un estudio de más de 2000 adultos jóvenes ingresados por infarto de miocardio entre 2000 y 2016 en dos hospitales estadounidenses descubrió que 1 de cada 5 tenía 40 años o menos, y que la proporción de este grupo ha aumentado un 2% cada año durante la última década.

El análisis, publicado en 2019 en el American Journal of Medicine, también encontró que las personas de 40 años o menos que han tenido un ataque al corazón tienen las mismas probabilidades que los adultos mayores de morir de otro ataque al corazón, accidente cerebrovascular u otra razón.

Otra investigación, publicada en 2018 en la revista Circulation descubrió que la proporción general de hospitalizaciones por ataques cardíacos entre personas de 35 a 54 años aumentó del 27% en 199; al 32% en 2010. El mayor aumento se produjo en las mujeres jóvenes (21% a 31%) en comparación con los hombres jóvenes (30 % a 33%).

Las mujeres jóvenes del estudio eran con más frecuencia de raza negra y tenían antecedentes de hipertensión arterial, diabetes, enfermedad renal crónica e ictus previo.

Por lo general, la muerte cardíaca súbita es ocasionada por una falla en la señalización eléctrica dentro del corazón. La presencia de latidos cardíacos muy acelerados hace que las cámaras inferiores del corazón, llamados ventrículos, tiemblen sin sentido en lugar de bombear sangre. Este ritmo cardíaco irregular se llama fibrilación ventricular.

Toda afección que haga que el corazón se esfuerce de más o que dañe el tejido cardíaco puede aumentar el riesgo. Estas son algunas de las enfermedades que menciona Mayo Clinic que pueden provocar muerte cardíaca súbita en los jóvenes:

Engrosamiento del músculo cardíaco (miocardiopatía hipertrófica). La causa más frecuente es esta afección genética que hace que el músculo cardíaco se engrose demasiado. El engrosamiento dificulta el bombeo de sangre del corazón y causa latidos cardíacos acelerados.

Trastornos del ritmo cardíaco. El síndrome de QT largo es una afección del ritmo cardíaco que puede hacer que el corazón lata rápido y de manera caótica. Se asocia a desmayos y muerte súbita sin causa aparente, especialmente en personas jóvenes. Este síndrome puede estar presente al nacer o aparecer debido a una afección médica subyacente o a un medicamento.

Contusión en el pecho. Un golpe fuerte en el pecho que causa muerte cardíaca súbita se denomina conmoción cardíaca. La conmoción cardíaca puede producirse cuando los atletas reciben un golpe fuerte en el pecho debido al impacto con el equipo deportivo u otro jugador. Esta afección no daña el músculo cardíaco. En su lugar, cambia la señalización eléctrica del corazón. El golpe en el pecho puede desencadenar una fibrilación ventricular si se produce en un determinado momento del ciclo de señalización.

Problema en la estructura del corazón presente al nacer (defecto cardíaco congénito). Algunas personas nacen con cambios en el corazón y los vasos sanguíneos que pueden disminuir el flujo de sangre y causar muerte cardíaca súbita.

Síntomas de un ataque cardíaco, ¿qué es una emergencia médica?

Es probable que los síntomas sean asociados a una indigestión o ansiedad. Pero no se deben aguantar por más de cinco minutos. Llame a servicios médicos de urgencia para obtener ayuda

“Las películas y la televisión representan los ataques cardíacos como eventos dramáticos en los que las personas sienten una presión muy fuerte en el pecho. Sin embargo, los ataques cardíacos suelen comenzar con síntomas leves, como una molestia que ni siquiera se describe como dolor”, escribe Mayo Clinic en un comunicado.

Síntomas típicos de un ataque cardíaco

- Molestia o dolor en el pecho. Este malestar o dolor puede sentirse como un dolor constrictivo, presión, sensación de plenitud u opresión en el pecho que dura más de unos minutos. Puede aparecer y desaparecer.

- Dolor en la parte superior del cuerpo. El dolor o el malestar pueden extenderse más allá del pecho hasta los hombros, los brazos, la espalda, el cuello, los dientes o la mandíbula. Algunas personas pueden tener dolor en la parte superior del cuerpo sin malestar en el pecho.

- Dolor estomacal. El dolor puede extenderse hacia abajo en el área de la barriga y puede sentirse como acidez estomacal.

- Falta de aire. Es posible que respire con dificultad o necesite hacer respiraciones profundas. Esto suele ocurrir antes de que se manifieste el malestar en el pecho. Algunas personas no tienen este malestar.

- Ansiedad. Puede tener una sensación de fatalidad o sentir que tiene un ataque de pánico sin razón aparente.

- Aturdimiento. Además de sentir presión en el pecho, puede sentirse mareado o que va a desmayarse.

- Sudoración. Es posible que tenga un sudor frío repentino.

- Náuseas y vómitos. Puede sentir el estómago revuelto o vomitar.

- Palpitaciones cardíacas. Puede sentir que el corazón saltea latidos, o tener mucha conciencia de los latidos.

Las mujeres pueden tener síntomas diferentes

Las mujeres pueden tener todos, muchos, algunos o ninguno de los síntomas comunes de un ataque cardíaco. Cualquier tipo de dolor, presión o molestia en el pecho sigue siendo un síntoma común de un ataque cardíaco en las mujeres. Sin embargo, muchas mujeres tienen síntomas de ataque cardíaco sin dolor en el pecho. Los síntomas de un ataque cardíaco en las mujeres incluyen los siguientes:

- Dolor en el cuello, la espalda, los hombros o el hueso maxilar

- Falta de aire

- Dolor o acidez estomacal

- Dolor en uno o ambos brazos