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- 22/12/2023 00:00
- 21/12/2023 19:09
Los peruanos han hecho del pollo a la brasa prácticamente una marca registrada. Lo puede uno comer en las ciudades más diversas. Las llamadas pollerías han dejado de ser exclusividad de Lima y demás ciudades del país sureño. También se encuentran en Madrid, Nueva York, Londres y en toda Latinoamérica, por mencionar algunos.
Además, el pollo a la brasa en Perú “es sinónimo de familia, de reunirse, de compartir; en realidad, para todo, y desde un tiempo había pensado en que me gustaría poder abrir una pollería, compartir la experiencia del pollo a la brasa con los demás, con todas las nacionalidades, porque es algo muy bonito, algo que inclusive es parte de la cultura en Perú”, relata el chef Masaki Uyema, propietario del restaurante Enkai, de cocina nikkei, quien recientemente inauguró Pollito San, una pollería estilo peruano, pero con un toque japonés. Como peruano, descendiente de japoneses, Uyema quiso aportar ese toque nikkei a sus pollos a la brasa, ofreciendo un sabor único.
“Creo que a todos los peruanos nos encanta el pollo a la brasa, en lo personal, en mi casa era el plato que pedíamos por delivery o íbamos a comer los domingos”. De hecho, la idea rondaba la mente de Uyema desde antes de regresar a Panamá, luego, ya en el istmo todo fue tomando forma y se decidió a abrir un local.
Ubicado en Llano Bonito, en Plaza del Este Center, Pollito San cuenta con un local sencillo, con pocas mesas, ya que su intención es que más bien se convierta en un centro de pick up. Los clientes cuentan con un amplio estacionamiento para recoger sus órdenes. También se puede encontrar el menú en las principales plataformas de pedidos a domicilio.
“Nuestro pollo a la brasa es muy similar al tradicional en Perú, pero le damos ese toque nikkei en las especias: al típico marinado le agregamos algunos condimentos asiáticos como la soya, el jengibre... y por ahí le cambia un toquecito la sazón; en las papas [fritas] le damos la opción al cliente de agregarles el shishimi togarashi para que tenga también un picantito, un toquecito japonés”, detalla. En las salsas también encontrará ese toque. La vinagreta es estilo nikkei, con ajonjolí y salsa de ostiones. Cada una de las preparaciones tiene su toque distintivo.
Al llegar al local se siente el aroma. El rostizador está al tope y allí están los pollitos doraditos... girando para lograr desde todo ángulo el punto de cocción adecuado. Para dos personas quedó perfecto un combo Pollito San, con un pollo entero, papas fritas (grande), arroz chaufa (grande), tres salsas: ají Pollito San (con ají amarillo) mayo san (la mayonesa de la casa) y kétchup. Para el toque fresco incluimos una ensalada con su respectiva vinagreta nikkei.
El pollo es gustoso y jugoso. Se puede comer sin salsa alguna, pero las que acompañan el combo le van muy bien (también con las papitas). La ají Pollito San aporta el característico sabor peruano del ají amarillo. La mayonesa es muy cremosa, nada pesada. Sobre las papitas, son crujientes, recién hechas. El arroz chaufa, también calentito, tiene un gran sabor.
Indudablemente, el pollo a la brasa es la estrella del menú y hay opciones individuales, así como familiares, para complacer a todos.
“El más completo es el combo Pollito San, que trae el pollo a la brasa con las papitas fritas, el chaufa de pollo a la brasa que también es una de las cosas que nos diferencian, que no hay en todas las pollerías. El arroz es salteado en el wok con el pollo a la brasa y tiene la sazón del arroz chaufa peruano”, explica Uyema.
La ensalada de la casa contiene vegetales frescos. “Tratamos de usar todos los insumos frescos que nos traen de Boquete”, destaca.
Una opción más rendidora es el combo Mostrito San, con porciones XL tanto de papas fritas como de arroz chaufa y sus respectivas salsas a escoger.
Y para quienes desean algo más sencillo, están el combo 1 y el combo 2 con un pollo entero, papas, ensalada y 3 salsas o papas y 3 salsas, respectivamente.
Mientras que entre los personales está el cuarto de pollo y el octavo de pollo, acompañado con papas fritas y sus salsas. “Hay combos desde 4,99 la idea es que haya opciones para todo el mundo”.
El pollo, puede llevarlo solo ya sea medio o entero y adquirir las guarniciones que requiera (personal, grande o XL), por separado: Arroz chaufa, arroz chaufa gluten free, papas fritas, ensalada o patacones, estos últimos en órdenes de 6 y 12 unidades.
El menú se completa con especiales, al momento el Tequeño San, pollo a la brasa deshilachado envuelto y frito en masa de wontón peruano. “Viene con salsa ají pollito san, es muy buen piqueo”, recomienda el chef. Por último, el sánguche de pollo a la brasa, con lechuga y tomate, sazonado con salsa especial. “Puede quedar muy bien en un brunch, o en la tardecita, con una inka kola; hace muy buen combo”, sugiere.