Cocina nikkei con vinos del 'Valle del sol'

Valle del sol es el significado de Intipalka, marca de vinos peruanos parte de la bodega Santigo Queirolo del Perú.

Y qué mejor opción que vinos peruanos para ofrecer la primera cena maridaje del restaurante Enkai, especializado en cocina nikkei.

La velada estuvo a cargo del chef nikkei Masaki Uyema y el sommelier Luis 'Kike' Moreno, gerente de Experiencias de la distribuidora Tzanetatos.

Con música peruana, de diversos géneros, como fondo, los invitados fueron recibiendo como coctel de bienvenida un pisco sour. Completándose el aforo, los anfitriones tomaron la palabra. “Es la primera vez en Enkai y posiblemente en Panamá que se hace una cena maridada con vinos peruanos”, dijo el chef Masaki, dando la bienvenida a los comensales, en especial al embajador de Perú en Panamá, Mario López Chavarri y su esposa.

Moreno, pro su parte, hizo una breve introducción sobre los vinos peruanos Intipalka, un proyecto cuyos resultados actuales tomaron algo de tiempo pero que hoy son un producto que no tiene nada que envidiar de sus vecinos vinicolas.

Un tiradito trufado se sirvió como primer tiempo de la noche. Con la pesca del día con un corte tradicional de sashimi, servida con un aleche de tigre fortificada con salsa de soya y aceite de trufas con chalaca, choclo peruano, mousse de camote y germinados.

Se acompañó con un Intipalka sauvignon blanc 2022, con aromas cítricos, maracuyá y durazno. En boca, acidez marcada, y notas minerales, muy fresco, ideal para estos platos crudos.

Continuamos con una degustación de nigiris nikkei Acevichado, una de las propuestas nikkei más populares; el Sake Toro, como su nombre lo indica, es de ventresca de salmón flameado con un toque de leche de tigre y furikake; el Daniel San, con atún flameado, crema de ají panka con una pizca de rocoto, quinua crujiente.

Para estos platos con una condimentación más presente, un chardonnay Intipalka, 2021., de un color amarillo más intenso que su antecesor, aromas de frutas tropicales y cítricos y en boca, acidez balanceada, aporte mineral y cuerpo.

Llega el plato fuerte, un lomo saltado Enkai: filete de res al wok, con sus papas fritas pero en lugar de arroz blanco, se acompaña con croquetas de arroz japonés.

Fue servido con un Intipalka syrah 2021, de un rojo rubí brillante, con aromas a frambuesas y especias. En boca, acidez equilibrada y taninos redondos.

Llegamos al postre, un mini merengado Nikkei: Discos de merengue rellenos de salsa de dulce de leche y frutos del bosque. El merengue, muy delicado. Con arándanos azules peruanos y fresas panameñas y un toque de pisco en el dulce de leche. Sorprende el balance en cuanto a dulzura. No empalaga y se deja comer completo. Se acompañó con un pisco Don Santiago, Uva Italia, mosto verde. Gran punto final para la cena.

La lluvia sorprende a los asistentes que ante la situación alargan la sobremesa para no mojarse.