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- 06/06/2024 23:00
- 06/06/2024 16:49
Una nueva opción anticonceptiva para hombres podría estar más cerca de lo esperado. De acuerdo con un proyecto desarrollado por el National Institutes of Health (NIH) de Estados Unidos, la nueva herramienta de contracepción podría ser un gel hormonal.
Como si fuera una píldora femenina, este producto experimental se untaría en los hombros una vez al día y a lo largo del tiempo bloquearía la producción de esperma en los testículos.
Esto se debe a que el gel utiliza dos hormonas: la nestorona, una progestina utilizada para prevenir el embarazo, y la testosterona, la hormona sexual masculina. Para que el gel funcione la nestorona se encarga de disminuir la producción de testosterona en los testículos, así como de esperma.
Los investigadores de este producto han estado trabajando en él desde 2005, enfocándose en la formulación de este así como perfeccionar la dosis indicada para conseguir los resultados esperados en el anticonceptivo.
En el último estudio realizado se probó el gel en más de 200 parejas monogamas con más de dos años de relación, y según el NIH se han logrado resultados positivos. Los hombres que formaban estas parejas tenían edades entre los 18 y 50 años, y debían aplicarse 5 milímetros del gel en los hombros una vez al día.
Esto dio como resultado que un 86% de los participantes presentara un conteo de esperma reducido, en comparación con los niveles normales, y en algunos casos fue incluso más rápido, logrando suprimir la producción de esperma entre cuatro y ocho semanas.
“Hemos estado muy contentos con los resultados. Esta combinación parece proveer una mejor y más rápida supresión de la que esperábamos. Diría que nuestras expectativas son similares a las de una pastilla anticonceptiva hormonal y solo puedo decir que es mucho mejor que eso”, destacó Diana Blithe, jefa del Programa de Desarrollo de Anticonceptivos del NIH, quien dio a conocer los resultados de las últimas pruebas en la reunión anual de la Sociedad de Endocrinos de este año en Boston.
Aunque Blithe se negó a revelar si hubo embarazos no deseados a lo largo del ensayo clínico, los investigadores publicarán los datos finales en una revista médica que ahondará en este tipo de detalles.
Aunque el gel podría convertirse en una de las opciones más viables para detener un embarazo, sí existen efectos secundarios en el producto de los que los hombres deberán cuidarse, e incluso quienes participaron en este estudio fueron advertidos de ellos.
Algunos de estos serían resequedad o aumento de grasa en la piel, aumento o disminución de la libido, crecimiento o caída del cabello, y cambios de humor.
Además, para los hombres la testosterona tiene muchas funciones importantes en el desempeño corporal, como son el mantenimiento de los músculos y de la libido. Por otro lado, algunos necesitan un poco de esta hormona en su circulación para poder funcionar de manera normal.
El gel reemplaza la cantidad suficiente de testosterona para mantenerlos sanos, pero no tanto como para producir suficiente esperma para dejar a alguien embarazada.
El número de espermatozoides regular en hombres sanos oscila entre los 15 millones y 200 millones de espermatozoides por mililitro de semen, mientras que otros estudios han demostrado que un recuento de espermatozoides de menos de 1 millón por mililitro es lo suficientemente bajo como para prevenir el embarazo.
Aunque hay grandes avances en buscar alternativas masculinas para la prevención del embarazo, la responsabilidad de los anticonceptivos sigue cayendo en las mujeres.
No es un secreto que estos siguen siendo percibidos como un deber de las mujeres para protegerse, en vez de ser una tarea en conjunto por las parejas, es por esto que muchos de los métodos para evitar el embarazo, con excepción del condón, suelen ser controlados por mujeres y no necesitan la participación de un hombre.
De hecho, el estudio ‘More than a Physical Burden: Women’s Emotional and Mental Work in Preventing Pregnancy’, publicado en el National Library of Medicine, explora la relación emocional entre los anticonceptivos y las mujeres destacando que más allá de los efectos secundarios físicos, existe un esfuerzo mental que está invisibilizado.
Algunas de las mujeres que formaron parte del estudio dijeron tener miedo o rechazo a tomar la píldora, mientras que otras que sí tomaban activamente este anticonceptivo detallaron que lo más difícil era mantenerse motivadas para tomar la píldora todos los días.
Una nueva forma de protección controlada por el género masculino podría equiparar las cargas y fomentar el compromiso entre los hombres para tener relaciones sexuales seguras.
Además, esto podría significar un avance en cómo son percibidas estas labores de forma social y también en la dinámica de pareja, permitiendo que ambos géneros tengan múltiples opciones para cuidarse.