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- 27/05/2023 00:00
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Este mes la píldora anticonceptiva cumple 63 años desde que salió al mercado en Estados Unidos. Es considerada la innovación farmacológica de mayor estudio y la que con el paso de los años ha evolucionado en su fórmula para ofrecer cada vez más eficacia a las mujeres y evitar embarazos no deseados, así como también para regular la menstruación.
De acuerdo con expertos, pocos métodos científicos tuvieron un impacto más masivo y social que la píldora anticonceptiva desde su lanzamiento, un 9 de mayo de 1960, por la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
El anticonceptivo oral llegó justo cuando iniciaba la llamada “revolución o liberación sexual”, que tenía como objetivo desafiar la percepción del sexo, de su supuesta inmoralidad y el modo de relacionarnos con los demás.
De acuerdo con una nota publicada en la BBC, cinco años después del lanzamiento de “la píldora”, ésta ya contaba con unas 6,5 millones de usuarias estadounidenses.
Actualmente, más de 100 millones de mujeres en todo el mundo eligen esta forma de protección contra el embarazo, según datos de la Universidad de Harvard.
En Panamá éste método llegó 10 años después, para los años de 1970. Su llegada supuso una ventaja para muchas mujeres. Gracias a ella y a otros anticonceptivos hormonales que han aparecido con el tiempo pueden controlar de forma cómoda y eficaz su fertilidad y reducir las probabilidades de embarazos no deseados.
Hoy, 53 años después, estos métodos siguen en el mercado panameño y, de hecho, han mejorado su tecnología. Recientemente los científicos señalaron que los hombres pronto podrían ampliarse más allá de los preservativos y las vasectomías.
Luego de varios estudios los investigadores están experimentando con éxito píldoras, geles e implantes que permitirían a los hombres compartir la responsabilidad anticonceptiva con las mujeres. Muchos son más cómodos e infalibles que los preservativos o más fáciles de revertir que las vasectomías, y algunos se están desarrollando sin las hormonas que suelen causar molestos efectos secundarios a las mujeres.
Para detener el proceso reproductivo masculino, se están utilizando hormonas dirigidas específicamente a la espermatogénesis, interrumpiendo lentamente el proceso de producción de esperma. La versión más investigada es un gel tópico que se aplica diariamente en los hombros y brazos del hombre.
El gel contiene una hormona femenina sintética llamada progesterona que reduce la testosterona, una hormona reproductora masculina, hasta un nivel en el que el hombre ya no puede producir esperma, detallaron los expertos según comunica la National Geographic.
“Múltiples estudios muestran que los hombres están interesados en compartir la responsabilidad anticonceptiva con sus compañeras”, dijo a la AFP el médico estadounidense Abdullah Al Noman, quien está a cargo de presentar esta investigación.
Sara Campana, jefa del servicio de gineco-obstetricia del Complejo Hospitalario “Doctor Arnulfo Arias Madrid” (CHDr.AAM), explica que el número de hijos que debe tener una familia puede ser debidamente planificado por la pareja.
La doctora Campana también afirma que existen muchos métodos anticonceptivos para que la pareja pueda espaciar en el tiempo, el nacimiento de los hijos que desea tener, así podrán garantizar un crecimiento óptimo que pueda suplir todas las necesidades básicas para un buen desarrollo familiar.
Según la ginecóloga, la mujer puede escoger entre una gama de métodos que se dividen en tres métodos: temporales, semipermanentes y permanentes. El método temporal, es el conocido como tipo barrera como por ejemplo, el condón.
Para hablar de los métodos semipermanentes la doctora Campana indicó que están las pastillas que deben tomarse de la manera adecuada, además de los inyectables, los dispositivos intrauterinos y los dispositivos que se colocan bajo la piel.
Los permanentes solo son dos: la recesión de las trompas de falopio y la histerectomía (operación para extraer el útero de una mujer, lugar donde crece el bebé durante el embarazo), en el caso de la mujer y la vasectomía en el hombre (cirugía que evita que el esperma producido por los testículos llegue al semen).
“Aunque hemos sido testigos de grandes progresos en el ámbito de la salud reproductiva, las tasas de embarazos no planificados en todo el mundo siguen siendo elevadas”, declaró Sandy Milligan, directora de Investigación y Desarrollo de Organon, una compañía farmacéutica estadounidense.
Según datos de la Encuesta Nacional de Salud Sexual y Reproductiva elaborado por el Instituto Conmemorativo Gorgas en Panamá el 42% de las mujeres en edad reproductiva utiliza algún método anticonceptivo, de los cuales los más frecuentes son los anticonceptivos hormonales inyectables, seguidos por la esterilización quirúrgica femenina y en tercer lugar las pastillas anticonceptivas.
Un estudio del año 2019 informó que, a nivel global, más de mil millones de mujeres tienen necesidad de planificación familiar, pero para 270 millones de estas mujeres, esa necesidad de métodos modernos no está cubierta. Un embarazo no planificado puede afectar a cualquier mujer independientemente de donde esté ubicada, su origen social o económico.