“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
Retos y oportunidades en la atención de pacientes con cáncer de mama
- 05/10/2021 00:00
- 05/10/2021 00:00
Tradicionalmente, el mes de octubre se viste de rosa y azul celeste como un recordatorio sobre la importancia de prevenir, con la detección temprana, los estragos del cáncer de mama y próstata.
En el caso de las mujeres, los profesionales de la salud promueven la autoexploración, y en los hombres, el examen de próstata.
El cáncer de mama suele presentarse en distintas etapas, por lo que las alternativas terapéuticas son diversas debido a los grandes avances de la ciencia.
Este fue un tema abordado durante el seminario regional para periodistas: 'Panorama actual del cáncer de mama: impacto en América Latina e innovaciones científicas para pacientes con cáncer de mama avanzado', en días recientes.
Carlos Murillo, presidente de Pfizer en América Latina, relató durante su intervención que la detección y las decisiones terapéuticas tardías han contribuido a un empeoramiento de la enfermedad, lo que disminuye las posibilidades de recuperación y la tasa de supervivencia.
Por esta razón, “hemos impulsado acciones para medir el impacto de la pandemia a nivel regional sobre el cáncer de mama avanzado, para comprender los programas que los países tienen en la materia y organizar debates informados con gobiernos que contribuyan a mejorar las condiciones de diagnóstico y acceso a opciones terapéuticas oportunas, para muchas mujeres que están en la plenitud de su vida y a las cuales no debemos, por ningún motivo, dejar atrás”, agregó Murillo.
A su vez, destacó que la pandemia ha tenido un impacto considerable en el abordaje temprano no solo del cáncer de mama, sino del cáncer de mama avanzado. Si bien “no está claro cómo la pandemia ha afectado a quienes luchan contra otras enfermedades graves como el cáncer de mama, lo cierto es que esta patología sigue siendo la segunda causa de muerte por cáncer en América Latina y el Caribe”.
Luis Alberto Suárez, director médico de Oncología para América Latina de Pfizer, explicó también la inminente necesidad de atender los requerimientos que son evidentes en las mujeres de la región, pues entre el 6% y 10% son diagnosticadas en etapa tardía. “Ante este panorama es necesario el trabajo colaborativo entre profesionales de la salud, autoridades del sector público, privado, educativo y oenegés, para contribuir a cerrar brechas en temas de diagnóstico, acceso y opciones terapéuticas disponibles”, dijo Suárez.
Juan Carlos Morales, de la policlínica Dr. Blas Daniel Gómez Chetro de Arraiján, resaltó en un comunicado que para la detección o diagnóstico del cáncer de mama se pueden llevar a cabo diferentes análisis, como ultrasonido mamario, mamografía, resonancia magnética y/o biopsia, donde se verifica el estado del paciente, para luego proceder con exámenes más exhaustivos con el fin de determinar su localización, tipo de cáncer o expansión, y brindar el tratamiento adecuado a la paciente.
Además, insistió en que es importante que el personal de salud comprenda la situación completa de una paciente con cáncer, tanto en lo emocional como físico. Las mujeres que son diagnosticadas enfrentan grandes presiones a nivel psicológico así como ansiedad, incertidumbre, miedo y depresión.
Es relevante que todo el ecosistema de salud –incluyendo el personal de atención médica, asociaciones de pacientes e instituciones de tratamiento y soporte de la enfermedad– siga facilitando y fortaleciendo iniciativas de educación y prevención, para entender mejor la patología, lograr una detección temprana de la enfermedad y colaborar a cambiar vidas, al tiempo que permita a las pacientes valorar sus posibilidades, con el fin de afrontar día a día los retos venideros.
De acuerdo con el Registro Hospitalario de Cáncer del Instituto Oncológico Nacional (ION), en Panamá se registraron desde enero a agosto de 2020 unos 403 casos de cáncer de mama, mientras que en 2019, el número de casos se elevó a 971.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) este tipo de cáncer es el más común entre las mujeres, liderando las estadísticas a nivel mundial, donde una de cada cuatro féminas podría tener la enfermedad en el mundo.
Eva Suárez, médica radioncóloga de Cleveland Clinic, dijo a La Estrella de Panamá que los tratamientos para el cáncer de mama en América Latina y Estados Unidos han avanzado considerablemente en los últimos 15 años. “Antes cuando una mujer era diagnosticada con cáncer de mama se le practicaba la mastectomía inmediatamente o se le indicaban terapias de radiación (también llamada radioterapia); sin embargo, esto ha cambiado.
“Hoy ya no es necesario hacer una mastectomía total, sino que solo se saca el área afectada del seno y utilizamos la radioterapia para matar esas células microscópicas que han contaminado el área donde se hizo la cirugía”, explicó Suárez.
De acuerdo con la radioncóloga, actualmente las mujeres con cáncer localizado y ganglios negativos se pueden hacer solo cinco sesiones de radiación, es decir, que el proceso es mucho más rápido y los efectos secundarios del tratamiento son mínimos.
“Todo va a depender del tamaño del cáncer, si los ganglios son positivos o negativos y si es sensible a los efectos de estrógeno, pero estamos evaluando a nivel biológico cada tipo de cáncer de mama a fin de brindar el tratamiento adecuado y que este no haga metástasis”, resaltó.
Manifestó también que cuando una paciente tenía un tumor en el seno y los ganglios resultaban positivos, antes se pensaba que necesitaban cirugía, quimioterapia o radiación, pero ahora estudian ese tumor y si los resultados demuestran que las posibilidades de tener metástasis son bajas, “estudiamos el caso y ofrecemos un tratamiento personalizado”.
Esteban Coto, director médico de AstraZeneca para Centroamérica y Caribe, insistió en que actualmente existen probabilidades altas de que las pacientes tengan una posibilidad real de cura, gracias a los distintos tratamientos disponibles y a la atención integral a la que pueden acceder.
También explicó que los tratamientos variarán según el tipo de cáncer de mama y su diseminación; se pueden citar la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia, la terapia hormonal (interrumpe la influencia de las hormonas en el crecimiento y el funcionamiento de las células, haciendo que las células cancerígenas tengan menos probabilidades de sobrevivir) la terapia biológica (se trabaja con el sistema inmunitario), todas aplicables en los países de la región.
“Adicionalmente, existen estudios médicos mundiales enfocados en entender mejor los genes de susceptibilidad al cáncer de mamá, llamados BRCA1y BRCA2, los cuales son genes humanos que producen proteínas responsables de reparar el ADN dañado y juegan un papel importante en el mantenimiento de la estabilidad genética de las células. Cuando cualquiera de estos genes está mutado o alterado de manera que su producto proteico no se produce o no funciona correctamente, el daño al ADN puede no repararse adecuadamente y las células se vuelven inestables. Como resultado, es más probable que las células desarrollen alteraciones genéticas adicionales que pueden provocar cáncer”, señaló.
Desde que comenzó la pandemia, la Sociedad Panameña de Oncología comunicó que los tratamientos del cáncer no deben descontinuarse. Tanto hospitales como centros de cáncer públicos y privados han permanecido trabajando bajo normas de bioseguridad. “El éxito de un tratamiento oncológico radica en que aquellos con un cáncer temprano tendrán más probabilidades de sobrevivir, pero si se demora o posterga la terapia anti cáncer apropiada, las células de cáncer pueden migrar y hacer metástasis (regarse) al ganglio y otras vísceras, lo que disminuye la posibilidad de curación. A los pacientes cuya enfermedad se manifiesta en etapa avanzada, les ayudamos a subsanar de forma digna los síntomas intensos con los tratamientos de quimioterapia, radioterapia, clínica del dolor y cuidados paliativos”, indicó a este medio Rafael Araúz, radioncólogo y coordinador médico del Centro Oncológico del hospital Paitilla.
“Es importante dar continuidad a los tratamientos oncológicos pese a la pandemia, porque el cáncer puede migrar de etapas tempranas a avanzadas metastásicas, en donde la tasa de curación es más baja. Además de recibir más cuidados paliativos para atender sus necesidades con terapia para el dolor y hasta espirituales”, dijo.
El médico reconoció que Panamá está evolucionando al igual que el resto de los países latinoamericanos en crear, publicar e informar a los médicos de atención primaria o de primer nivel (médicos generales de centros de salud, policlínicas) y especialistas, las principales recomendaciones y guías a seguir para la detección temprana del cáncer de mama, próstata, colon y recto, piel e infantil. “El Plan Nacional del Cáncer del Ministerio de Salud (Minsa) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ofrece de manera abierta esta información, que incluye los objetivos e indicadores meta en unos años. Las leyes en Panamá contra el tabaco son un ejemplo de una estrategia en la prevención del cáncer de pulmón. Pero ahora en pandemia esto es un reto aún mayor”, aclaró Araúz.
El marco preventivo también incluye a la población en general, la educación de los principales factores de riesgo para desarrollar el cáncer y cómo prevenirlo. “Debemos comprender que el cáncer en etapa temprana usualmente no da síntomas, es por ello que el paciente debe acudir a su médico de cabecera (médico familiar o general que siempre le atiende) para que le ordene los estudios, según sexo y edad, de manera preventiva cada año, para detectar un cáncer”.
“Un estudio de tamizaje es una prueba que se practica en individuos asintomáticos de una población abierta. La edad de inicio del tamizaje puede ser más temprana si hay cáncer hereditario”, concluyó.
Este 19 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, con el que se busca concienciar a la población.